Cita Bíblica del Sembrador: Mateo 13:3
“Y habló muchas cosas por parábolas, diciendo: He aquí, el sembrador salió a sembrar.”
Queridos hermanos y hermanas en Cristo, hoy quiero reflexionar con ustedes sobre la Cita Bíblica del Sembrador. Esta parábola, compartida por Jesús en el Evangelio de Mateo, nos enseña valiosas lecciones sobre nuestra labor como seguidores de Cristo y cómo debemos sembrar la Palabra de Dios en el mundo.
En esta parábola, Jesús nos presenta al sembrador que sale a sembrar. El sembrador representa a todos aquellos que se dedican a difundir el mensaje del Evangelio, a llevar la Palabra de Dios a todos los rincones de la Tierra. Somos llamados a ser sembradores, a esparcir las semillas de la verdad y el amor de Dios entre nuestros hermanos.
La tarea del sembrador no es fácil. A veces, las semillas caen en terreno pedregoso, donde no tienen suficiente tierra para arraigarse, y son devoradas por las aves. Otras veces, las semillas caen entre espinos, que crecen y ahogan las plantas. Pero también hay ocasiones en las que las semillas caen en buena tierra, donde crecen y producen abundante fruto.
Así como el sembrador no puede controlar dónde caen las semillas, nosotros tampoco podemos controlar los corazones de aquellos a quienes compartimos el mensaje de Dios. Algunos lo recibirán con alegría y lo dejarán crecer, mientras que otros lo rechazarán o se distraerán con las preocupaciones del mundo. Pero nuestra labor no es juzgar el resultado, sino sembrar incansablemente, confiando en que Dios hará crecer las semillas en su debido tiempo.
Es importante recordar que no somos los dueños de las semillas, sino simplemente los sembradores. Dios es quien da el crecimiento, y es Él quien decide el resultado final. Nuestra tarea es ser fieles al llamado de sembrar, sin importar las circunstancias o los resultados aparentes.
En nuestro caminar como sembradores, también debemos estar dispuestos a ser sembrados. Dios quiere sembrar su Palabra en nuestros corazones, nutrirnos y hacer crecer en nuestra fe. Pero para que esto suceda, debemos estar abiertos y receptivos, dispuestos a dejarnos transformar por la semilla divina.
Así como el sembrador debe preparar el terreno antes de sembrar, nosotros también debemos preparar nuestros corazones para recibir la Palabra de Dios. Necesitamos apartar tiempo para la oración, la lectura de la Biblia y la reflexión, para que nuestras vidas estén dispuestas a acoger y dar fruto a la semilla divina que Dios desea plantar en nosotros.
Queridos hermanos y hermanas, seamos valientes y diligentes sembradores de la Palabra de Dios. Aunque el mundo pueda parecer hostil y desalentador, recordemos que somos llamados a llevar la luz de Cristo a aquellos que la necesitan desesperadamente. No nos cansemos de sembrar, incluso cuando parezca que nuestras semillas caen en terreno estéril. Confíemos en que Dios obrará en su tiempo y que nuestras semillas darán frutos abundantes.
Cita Bíblica del Sembrador: Mateo 13:3
“Y habló muchas cosas por parábolas, diciendo: He aquí, el sembrador salió a sembrar.”
En conclusión, la Cita Bíblica del Sembrador nos recuerda nuestra misión como seguidores de Cristo. Somos llamados a sembrar la Palabra de Dios con amor y dedicación, confiando en que Él hará crecer las semillas en su debido tiempo. No nos desanimemos por los resultados aparentes, sino sigamos sembrando incansablemente, preparando nuestros corazones para recibir la semilla divina que Dios desea plantar en nosotros. Que seamos valientes y diligentes sembradores de la Palabra de Dios, llevando la luz de Cristo a cada persona que encontremos en nuestro camino.
Cita Bíblica del Sembrador: Mateo 13:3
“Y habló muchas cosas por parábolas, diciendo: He aquí, el sembrador salió a sembrar.”