¡Un saludo en el nombre de nuestro Señor Jesucristo! Hoy quiero compartir contigo un pasaje bíblico inspirador que se encuentra en Efesios 4:3-6, en la versión de la Biblia Reina Valera:
«3 procurando guardar la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz; 4 un cuerpo, y un Espíritu, como fuisteis también llamados en una misma esperanza de vuestra vocación; 5 un Señor, una fe, un bautismo, 6 un Dios y Padre de todos, el cual es sobre todos, y por todos, y en todos.»
En estos versículos, el apóstol Pablo nos anima a buscar y mantener la unidad en el cuerpo de Cristo, la iglesia. Él nos insta a «procurar guardar la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz». La unidad es esencial para el crecimiento espiritual y el testimonio de la iglesia. Cuando estamos unidos, somos más fuertes y podemos impactar al mundo que nos rodea de una manera más significativa.
Pablo nos recuerda que somos un solo cuerpo en Cristo, y que hemos sido llamados a la misma esperanza de nuestra vocación. A pesar de nuestras diferencias individuales, nuestras experiencias y trasfondos, todos somos parte del cuerpo de Cristo. Somos hermanos y hermanas en la fe, y debemos tratar de vivir en armonía y amor unos con otros.
El versículo 5 nos habla de la singularidad de nuestra fe. Tenemos un solo Señor, Jesucristo, en quien creemos y seguimos. No importa cuántas denominaciones o corrientes teológicas existan, nuestra fe debe estar centrada en Cristo y en su obra redentora en la cruz. El bautismo es otro punto de unión, ya que todos aquellos que hemos entregado nuestras vidas a Cristo hemos sido bautizados.
Pero lo más hermoso es recordar que tenemos un solo Dios y Padre de todos. Él está por encima de todos, es el Creador de todo lo que existe, y es el Padre amoroso que nos cuida y nos guía. Dios no tiene favoritos, Él es para todos, y por medio de su Espíritu, habita en cada creyente. Esto nos revela que no importa nuestra raza, género, edad o cualquier otra diferencia, todos somos amados y aceptados por Dios.
Entonces, ¿cómo podemos aplicar estos versículos en nuestra vida diaria? Primero, debemos esforzarnos por vivir en paz y unidad con nuestros hermanos y hermanas en la fe. No permitamos que las diferencias nos dividan, sino que busquemos la reconciliación y el perdón, recordando que somos un solo cuerpo.
También debemos recordar que nuestra fe es única y centrada en Cristo. No nos dejemos llevar por doctrinas y enseñanzas que se alejen de la verdad de la Palabra de Dios. Mantengamos nuestra fe sólida en Jesús, y busquemos crecer en ella a través del estudio de la Biblia y la oración.
Finalmente, recordemos que tenemos un solo Dios y Padre. No importa cuántas dificultades enfrentemos en nuestra vida, Él está con nosotros y nos fortalece. Busquemos su guía y dirección en todo momento, confiando en que Él tiene un plan perfecto para nosotros.
En conclusión, el pasaje de Efesios 4:3-6 nos llama a buscar y mantener la unidad en el cuerpo de Cristo. Somos un solo cuerpo, con un solo Señor, una fe, un bautismo y un Dios y Padre de todos. Que este mensaje nos inspire a vivir en paz y unidad, recordando que somos amados y aceptados por Dios. Que nuestras acciones reflejen la unidad que Dios desea para su iglesia.
Que la gracia y paz de nuestro Señor Jesucristo estén contigo siempre.
Cita Bíblica: Efesios 4:3-6 (Reina Valera)
«3 procurando guardar la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz; 4 un cuerpo, y un Espíritu, como fuisteis también llamados en una misma esperanza de vuestra vocación; 5 un Señor, una fe, un bautismo, 6 un Dios y Padre de todos, el cual es sobre todos, y por todos, y en todos.»