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Cita Bíblica Ef 4:3-6: Un llamado a la unidad y la paz


Cita Bíblica Efesios 4:3-6:

«Solícitos en guardar la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz; un cuerpo, y un Espíritu, como fuisteis también llamados en una misma esperanza de vuestra vocación; un Señor, una fe, un bautismo, un Dios y Padre de todos, el cual es sobre todos, y por todos, y en todos.»

Queridos hermanos y hermanas en Cristo, hoy quiero compartir con ustedes la inspiración que encontramos en la Palabra de Dios, específicamente en Efesios 4:3-6. Estos versículos nos recuerdan la importancia de mantener la unidad en el cuerpo de Cristo, la Iglesia, y cómo esta unidad se basa en nuestra fe en un solo Señor, un solo bautismo y un solo Dios y Padre de todos.

En este pasaje, el apóstol Pablo nos exhorta a ser solícitos en guardar la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz. ¿Qué significa esto? Significa que debemos hacer todo lo posible por mantener la paz y la armonía entre los creyentes. No debemos permitir que las divisiones, los conflictos o los malentendidos nos separen. En cambio, debemos esforzarnos en vivir en paz unos con otros, buscando siempre el bienestar y el crecimiento espiritual de nuestros hermanos y hermanas en Cristo.

La unidad en la Iglesia es fundamental porque somos un cuerpo y un Espíritu. Aunque somos muchos miembros, formamos un solo cuerpo en Cristo. Nuestras diferencias de talentos, dones y personalidades no deben dividirnos, sino que deben ser utilizadas para edificar y fortalecer la Iglesia. Todos tenemos un lugar y un propósito en el cuerpo de Cristo, y juntos podemos alcanzar grandes cosas para el Reino de Dios.

Además, somos llamados en una misma esperanza de nuestra vocación. La esperanza que tenemos en Cristo nos une y nos da un propósito común. No importa nuestra procedencia, estatus social o pasado, en Cristo somos todos iguales y tenemos la misma esperanza de salvación y vida eterna. Esta esperanza nos impulsa a vivir vidas santas y a compartir el amor de Dios con aquellos que nos rodean.

Efesios 4:3-6 también nos enseña que tenemos un solo Señor, una fe y un bautismo. Jesucristo es nuestro Señor y Salvador, y es en Él que encontramos la verdadera fe. No importa cuántas denominaciones o tradiciones existan, nuestra fe en Jesús nos une y nos hace parte de la gran familia de Dios. Asimismo, el bautismo es un acto de obediencia y compromiso con Cristo que nos une a todos como hermanos y hermanas en la fe.

Finalmente, todos tenemos un solo Dios y Padre de todos. Nuestro Dios es el Creador y Sustentador de todo lo que existe. Él está sobre todos, por todos y en todos. No importa nuestras diferencias, todos somos sus hijos amados y Él nos ama por igual. Nuestra relación con Dios nos une y nos da la fortaleza y el consuelo que necesitamos en nuestra vida diaria.

Queridos hermanos y hermanas, recordemos siempre la exhortación de Efesios 4:3-6. Guardemos la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz, reconociendo que somos un cuerpo y un Espíritu en Cristo. Mantengamos la esperanza de nuestra vocación y vivamos en armonía, valorando nuestras diferencias y utilizando nuestros dones para edificar la Iglesia. Reconozcamos a Jesús como nuestro Señor, tengamos una fe sólida y recordemos nuestro bautismo. Y, sobre todo, recordemos que tenemos un solo Dios y Padre de todos, quien nos ama incondicionalmente.

Que la paz y el amor de Dios nos acompañen siempre, y que la unidad en Cristo sea una realidad en nuestra Iglesia y en nuestras vidas. Amén.

Cita Bíblica Efesios 4:3-6:

«Solícitos en guardar la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz; un cuerpo, y un Espíritu, como fuisteis también llamados en una misma esperanza de vuestra vocación; un Señor, una fe, un bautismo, un Dios y Padre de todos, el cual es sobre todos, y por todos, y en todos.»