Cita Bíblica: El Alfarero
¡Saludos, hermanos y hermanas en Cristo! Hoy me encuentro aquí para compartir con ustedes una preciosa cita bíblica que nos habla del amor y la obra del Alfarero celestial. La cita bíblica que quiero destacar es Jeremías 18:6, que dice:
“Como el barro en la mano del alfarero, así eres tú en mi mano, oh casa de Israel.”
Cuando leemos estas palabras, podemos visualizar la escena de un alfarero modelando y moldeando el barro en sus manos. En este versículo, Dios compara a Israel con el barro y a Él mismo como el alfarero. Pero esta metáfora no se limita únicamente al pueblo de Israel, sino que se extiende a cada uno de nosotros, sus amados hijos e hijas.
Es impresionante pensar que somos como el barro en las manos de Dios. El barro es una sustancia maleable, que puede ser transformada y moldeada según la voluntad del alfarero. Del mismo modo, Dios tiene el poder y la sabiduría para transformarnos y moldearnos a su imagen y semejanza. Él conoce cada detalle de nuestras vidas, nuestras virtudes y nuestras debilidades, y está dispuesto a trabajar en nosotros para llevarnos a la plenitud de su propósito.
Sin embargo, a veces podemos resistirnos al proceso de moldeo. Podemos aferrarnos a nuestras propias ideas y planes, creyendo que sabemos qué es lo mejor para nosotros. Pero debemos recordar que Dios es el Alfarero perfecto, quien sabe exactamente cómo debe ser nuestra forma final. Si confiamos en Él y le permitimos trabajar en nosotros, nos convertiremos en vasijas útiles y hermosas en sus manos.
¿Qué significa ser moldeados por el Alfarero celestial? Significa que debemos entregarnos completamente a Él, poniendo nuestras vidas en sus manos y dejando que Él dirija nuestros caminos. Significa someternos a su voluntad y permitir que su Espíritu Santo nos transforme desde adentro hacia afuera. Es un proceso de rendición y obediencia, pero también de amor y misericordia divina.
Es importante recordar que el Alfarero no nos moldea de manera arbitraria o caprichosa. Él tiene un propósito específico para cada uno de nosotros. En Jeremías 29:11, encontramos otra hermosa promesa de Dios que dice:
“Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis.”
Dios tiene pensamientos de paz y bien para nosotros, y su propósito final es darnos una esperanza y un futuro. Él quiere que seamos vasijas que reflejen su amor y gracia en este mundo herido. No importa cuáles sean nuestras limitaciones o fracasos pasados, Dios puede tomar nuestras vidas y transformarlas en algo hermoso y útil para su reino.
Hermanos y hermanas, hoy les animo a abrir sus corazones al Alfarero celestial. Permitamos que Él moldee nuestras vidas según su voluntad perfecta. No resistamos su obra en nosotros, sino que confiemos en su amor y sabiduría. Recordemos que somos barro en sus manos, y solo en su amorosa obra encontraremos verdadera plenitud y propósito.
Que cada día podamos decir con humildad y gratitud: “Como el barro en la mano del alfarero, así soy yo en tu mano, oh Señor”. Permítanme repetir nuevamente la cita bíblica de Jeremías 18:6:
“Como el barro en la mano del alfarero, así eres tú en mi mano, oh casa de Israel.”
Que estas palabras nos inspiren a confiar en Dios y a permitirle que nos moldee a su imagen y semejanza. Que seamos vasijas útiles en sus manos, llevando su amor y gracia a un mundo necesitado.
¡Que Dios les bendiga abundantemente, amados hermanos y hermanas!
Cita Bíblica: El Alfarero