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¡Cita Bíblica: Engañoso es el corazón! Descubre la verdad interior


Cita Bíblica: Engañoso es el corazón

El corazón humano es un misterio profundo y complejo. A menudo nos encontramos luchando entre nuestros deseos y nuestras convicciones, entre lo que sabemos que es correcto y lo que nuestro corazón anhela. La Biblia nos advierte sobre la naturaleza engañosa de nuestro corazón en Jeremías 17:9, donde leemos: «Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso; ¿quién lo conocerá?» (Jeremías 17:9, RV).

Es importante entender que cuando la Biblia habla sobre el corazón, no se refiere al órgano físico que bombea sangre en nuestro pecho. Más bien, se refiere a la esencia de nuestra persona, a nuestros pensamientos, emociones y voluntad. Es en el corazón donde se forman nuestras motivaciones y se toman las decisiones más importantes.

Sin embargo, la Palabra de Dios nos advierte que nuestro corazón es engañoso. ¿A qué se refiere con esto? Significa que nuestro corazón puede ser fácilmente influenciado por nuestras pasiones y deseos egoístas. Nosotros, como seres humanos, somos propensos a engañarnos a nosotros mismos, a justificar nuestras acciones y a creer que estamos haciendo lo correcto, incluso cuando vamos en contra de la voluntad de Dios.

En Proverbios 14:12 se nos dice: «Hay camino que al hombre le parece derecho; pero su fin es camino de muerte» (Proverbios 14:12, RV). A menudo, nuestro corazón nos engaña haciéndonos creer que estamos en el camino correcto, cuando en realidad nos estamos alejando de Dios y de su plan para nuestras vidas. Es por eso que es tan importante evaluar constantemente nuestros pensamientos y acciones a la luz de la Palabra de Dios.

Entonces, ¿cómo podemos evitar ser engañados por nuestro propio corazón? La respuesta se encuentra en la Palabra de Dios. El Salmo 119:105 nos dice: «Lámpara es a mis pies tu palabra, y lumbrera a mi camino» (Salmo 119:105, RV). La Biblia es una guía segura y confiable para nuestras vidas. Cuando nos sumergimos en la Palabra de Dios, encontramos la sabiduría y el discernimiento que necesitamos para tomar decisiones acertadas y evitar ser engañados por nuestro corazón.

Además, necesitamos orar y pedirle a Dios que nos muestre cualquier engaño en nuestro corazón. Salmo 139:23-24 nos anima a decir: «Examíname, oh Dios, y conoce mi corazón; pruébame y conoce mis pensamientos; y ve si hay en mí camino de perversidad, y guíame en el camino eterno» (Salmo 139:23-24, RV). Al reconocer nuestra propia incapacidad para discernir la verdad, debemos buscar la dirección de Dios y permitirle que examine nuestros corazones y nos muestre cualquier área en la que necesitemos arrepentimiento y cambio.

Finalmente, debemos rodearnos de personas sabias y maduras espiritualmente que nos puedan animar y corregir cuando sea necesario. Proverbios 27:17 nos dice: «Hierro con hierro se aguza; y así el hombre aguza el rostro de su amigo» (Proverbios 27:17, RV). Al estar en comunidad con otros creyentes, podemos aprender de sus experiencias y recibir corrección amorosa cuando nos desviamos del camino de Dios.

En conclusión, debemos ser conscientes de la naturaleza engañosa de nuestro corazón. No podemos confiar en nuestros propios pensamientos y emociones, sino que debemos meditar en la Palabra de Dios y buscar su dirección en todo momento. Que este recordatorio de Jeremías 17:9, «Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso; ¿quién lo conocerá?», nos impulse a buscar la verdad y a vivir en obediencia a Dios.

Cita Bíblica: Engañoso es el corazón.