Cita Bíblica: “Heme aquí, envíame a mí” (Isaías 6:8)
Queridos hermanos y hermanas en Cristo,
Hoy quiero compartir con ustedes una poderosa cita bíblica que nos invita a reflexionar sobre nuestro llamado y propósito en la vida. Esta cita se encuentra en el libro de Isaías, capítulo 6, versículo 8, y dice: “Después oí la voz del Señor que decía: ¿A quién enviaré, y quién irá por nosotros? Entonces respondí yo: Heme aquí, envíame a mí”.
Estas palabras fueron pronunciadas por el profeta Isaías después de tener una visión de la majestuosidad y santidad de Dios. En ese momento, Isaías se sintió profundamente impactado por la presencia divina y se dio cuenta de su propia pecaminosidad. Sin embargo, en lugar de huir o esconderse, Isaías respondió valientemente al llamado de Dios.
En esta cita bíblica, encontramos tres elementos clave que podemos aplicar a nuestras propias vidas como creyentes. El primero es la disposición de escuchar la voz de Dios. Isaías estaba atento y dispuesto a oír lo que Dios tenía que decirle. A menudo, en medio del bullicio y el caos de nuestra vida diaria, podemos perder de vista la voz de Dios. Pero si nos detenemos, silenciamos nuestras preocupaciones y abrimos nuestros corazones, podemos escuchar claramente Su llamado.
El segundo elemento importante es la conciencia de nuestra propia indignidad. Isaías reconoció su pecaminosidad y se sintió abrumado por la santidad de Dios. Esta conciencia de nuestra propia indignidad nos lleva a la humildad y nos hace depender plenamente de la gracia y el perdón de Dios. Reconozcamos nuestras fallas y confiemos en el poder transformador de Dios para capacitarnos y usar nuestras vidas para Su gloria.
El tercer elemento es la respuesta de obediencia y entrega. Isaías no solo escuchó la voz de Dios y reconoció su pecaminosidad, sino que también respondió con valentía y disposición a servir. Dijo: “Heme aquí, envíame a mí”. Esta respuesta es un ejemplo de entrega total a la voluntad de Dios. Nos reta a salir de nuestra comodidad y a estar dispuestos a ser enviados por Dios, sin importar lo que eso signifique para nuestras vidas.
Queridos hermanos y hermanas, al reflexionar sobre esta cita bíblica, somos desafiados a preguntarnos: ¿Estamos dispuestos a escuchar la voz de Dios en medio de nuestro ajetreo diario? ¿Reconocemos nuestra propia indignidad y dependencia de la gracia de Dios? ¿Estamos dispuestos a responder con obediencia y entrega cuando Dios nos llama?
El llamado de Dios puede manifestarse de diferentes maneras en nuestras vidas. Algunos pueden ser llamados al ministerio pastoral, otros al servicio misionero, y otros a ser testigos de Cristo en su lugar de trabajo o en su comunidad. No importa cuál sea nuestro llamado específico, todos somos llamados a vivir y compartir el evangelio de Jesucristo.
En esta cita bíblica, Isaías se ofreció voluntariamente para ser enviado por Dios. Esta actitud de entrega total y disposición es un ejemplo para cada uno de nosotros. No importa nuestras limitaciones, debilidades o temores, Dios puede usar nuestras vidas para Su propósito y gloria. Todo lo que Él necesita es nuestra disposición y obediencia.
Hoy, les animo a tomar un momento para reflexionar sobre esta cita bíblica: “Heme aquí, envíame a mí”. Permítanle a Dios hablar a sus corazones y desafiarlos a responder con valentía y disposición. No importa cuál sea su llamado en la vida, confíen en que Dios los equipará y los guiará en su camino.
Que cada uno de nosotros pueda decir con convicción y fe: “Heme aquí, envíame a mí”. Que podamos ser instrumentos en las manos de Dios para llevar esperanza, amor y salvación a un mundo que tanto lo necesita.
Que la gracia y la paz de nuestro Señor Jesucristo estén con ustedes siempre.
Cita Bíblica: “Heme aquí, envíame a mí” (Isaías 6:8)