Cita Bíblica: La Hija de Jairo
¡Bienvenidos, amados hermanos en Cristo! Hoy quiero compartir con ustedes una historia bíblica que nos llena de esperanza y nos enseña acerca del poder y la compasión de nuestro amado Señor Jesucristo. Esta historia se encuentra en el libro de Marcos, capítulo 5, versículos 21 al 24 y 35 al 43, y es conocida como «La Hija de Jairo».
En esta historia, Jairo, un importante líder de la sinagoga, se acerca a Jesús con una petición desesperada. Su hija, una niña de tan solo doce años, se encuentra gravemente enferma y está al borde de la muerte. Jairo, lleno de fe y esperanza, se postra ante Jesús y le suplica que venga a sanar a su hija.
Imaginemos el corazón de Jairo en ese momento, lleno de angustia y preocupación por su pequeña hija. Pero también imaginemos su fe y confianza en que Jesús puede hacer algo extraordinario por ella. Jairo sabía que Jesús tenía el poder de sanar y sabía que solo Él podía salvar a su hija.
Jesús, movido por la fe y la súplica de Jairo, decide acompañarlo y dirigirse hacia su casa. Pero en el camino, una multitud se aglomera a su alrededor, deseosa de ver y tocar al Maestro. Entre la multitud, una mujer que había estado sufriendo de una hemorragia durante doce años se acerca a Jesús con la esperanza de ser sanada.
Esta mujer tenía una fe inquebrantable en que si tan solo tocaba el manto de Jesús, sería sanada. Y así lo hizo, con valentía y determinación. Al instante, sintió en su cuerpo que la hemorragia había cesado y se llenó de alegría y gratitud. Jesús, percibiendo que había salido poder de Él, se volvió para buscar a la mujer y la bendijo, diciéndole: «Hija, tu fe te ha sanado; ve en paz y queda sana de tu enfermedad» (Marcos 5:34).
Mientras Jesús aún hablaba, llegan algunos mensajeros de la casa de Jairo con una noticia desgarradora: «Tu hija ha muerto, ¿para qué molestas más al Maestro?» (Marcos 5:35). Pero Jesús, ignorando las palabras de los mensajeros, le dice a Jairo: «No temas, cree solamente» (Marcos 5:36). Jesús no permitiría que la fe de Jairo se desvaneciera en medio de la tristeza y el dolor.
Cuando Jesús llega a la casa de Jairo, encuentra a la multitud llorando y lamentándose por la muerte de la niña. Pero Él les dice: «¿Por qué alborotáis y lloráis? La niña no está muerta, sino que duerme» (Marcos 5:39). La multitud se burla de Jesús, pero Él, junto con los padres de la niña y algunos de sus discípulos, entra en la habitación donde yace la pequeña.
Jesús toma a la niña de la mano y le dice: «Talita cumi», que traducido significa: «Niña, a ti te digo, levántate» (Marcos 5:41). Al instante, la niña se levanta y comienza a caminar. ¡La hija de Jairo había sido resucitada por el poder de Jesús!
Esta historia nos muestra la importancia de tener fe y confianza en Jesús, incluso en medio de situaciones desesperadas y aparentemente sin esperanza. Jairo creyó en el poder de Jesús y se aferró a esa fe, a pesar de las circunstancias adversas. Y por su fe, su hija fue sanada y resucitada.
Mis amados hermanos, esta historia nos desafía a confiar en Jesús en todo momento y a creer en Su poder sanador y restaurador. Aunque enfrentemos enfermedades, pérdidas o situaciones imposibles, debemos aferrarnos a la fe y creer que Jesús puede obrar milagros en nuestras vidas.
Así como Jairo recibió la bendición de ver a su hija sana y resucitada, Jesús también desea bendecirnos y restaurarnos en todas las áreas de nuestras vidas. Pero para experimentar Su poder y milagros, necesitamos tener una fe inquebrantable y una confianza absoluta en Él.
Hermanos, no importa cuál sea nuestra situación actual, recordemos siempre la historia de la hija de Jairo y la fe demostrada por su padre. No permitamos que el miedo, la duda o las circunstancias nos roben la fe en Jesús. ¡Creámosle y confiemos en Su poder sanador y restaurador!
En conclusión, la historia de la hija de Jairo nos muestra el poder y la compasión de Jesús. Nos enseña que, a través de la fe, podemos experimentar Su poder sanador y restaurador en nuestras vidas. No importa cuán desesperada sea nuestra situación, confiemos en Jesús y creámosle, porque Él puede obrar milagros en nuestras vidas. ¡Gloria a Dios!
Cita Bíblica: La Hija de Jairo.