La Resurrección de Jesús: La Promesa de Vida Eterna
Cita Bíblica: La Resurrección de Jesús (Mateo 28:5-6)
“Mas el ángel, respondiendo, dijo a las mujeres: No temáis vosotras; porque yo sé que buscáis a Jesús, el que fue crucificado. No está aquí, pues ha resucitado, como dijo. Venid, ved el lugar donde fue puesto el Señor.”
Hermanos y hermanas en Cristo, hoy nos reunimos para celebrar la resurrección de nuestro Señor Jesucristo. Este evento trascendental marca el corazón de nuestra fe y nos llena de esperanza y alegría. La resurrección de Jesús es la promesa de vida eterna para todos aquellos que creen en Él.
La historia de la resurrección comienza en la madrugada del primer día de la semana, cuando las mujeres fueron al sepulcro para ungir el cuerpo sin vida de Jesús. Pero, para su sorpresa, encontraron el sepulcro vacío y un ángel les anunció la gloriosa noticia: “No temáis vosotras; porque yo sé que buscáis a Jesús, el que fue crucificado. No está aquí, pues ha resucitado, como dijo” (Mateo 28:5-6).
Imaginen la emoción y el asombro que sintieron las mujeres al escuchar estas palabras. El Salvador que amaban y seguían, aquel que había sido crucificado y cuyo cuerpo yacía en el sepulcro, ¡había resucitado! La tumba estaba vacía, y esto confirmaba lo que Jesús había anunciado: que al tercer día resucitaría.
La resurrección de Jesús es la piedra angular de nuestra fe. Es el evento que confirma que Jesús es el Hijo de Dios, el Mesías prometido, y que su sacrificio en la cruz fue suficiente para redimirnos de nuestros pecados. Como dice el apóstol Pablo en 1 Corintios 15:17: “Y si Cristo no resucitó, vana es entonces nuestra predicación, vana es también vuestra fe”.
La resurrección de Jesús no solo es una verdad histórica, sino una verdad espiritual que transforma nuestras vidas. En Romanos 6:4, leemos: “Porque somos sepultados juntamente con él para muerte por el bautismo, a fin de que como Cristo resucitó de los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en vida nueva”. Cuando aceptamos a Jesús como nuestro Salvador y somos bautizados, simbólicamente morimos con Él y resucitamos para vivir una nueva vida en Él.
La resurrección de Jesús nos da la certeza de que la muerte no tiene poder sobre nosotros. Como está escrito en 1 Corintios 15:55-57: “¿Dónde está, oh muerte, tu aguijón? ¿Dónde, oh sepulcro, tu victoria?… Pero gracias sean dadas a Dios, que nos da la victoria por medio de nuestro Señor Jesucristo”. La resurrección nos asegura que, al igual que Jesús, también resucitaremos y viviremos eternamente con Él.
Hermanos y hermanas, la resurrección de Jesús es motivo de gozo y esperanza. Nos recuerda que no estamos solos, que tenemos un Salvador que venció la muerte y nos ofrece vida eterna. Que podamos vivir cada día recordando esta verdad y compartiéndola con aquellos que aún no conocen a Jesús.
En este día de Pascua, celebremos la resurrección de nuestro Señor Jesucristo con gratitud y alegría. Recordemos que su victoria sobre la muerte nos da la promesa de vida eterna. Que podamos vivir en la certeza de su resurrección y llevar esta bendita verdad a todos los rincones de nuestra vida.
Cita Bíblica: La Resurrección de Jesús (Mateo 28:5-6)
“Mas el ángel, respondiendo, dijo a las mujeres: No temáis vosotras; porque yo sé que buscáis a Jesús, el que fue crucificado. No está aquí, pues ha resucitado, como dijo. Venid, ved el lugar donde fue puesto el Señor.”
Así como las mujeres experimentaron el asombro y la alegría al descubrir la tumba vacía, también nosotros podemos experimentar la misma emoción al creer en la resurrección de Jesús. Que esta verdad transforme nuestras vidas y nos impulse a vivir en victoria y esperanza. ¡Cristo ha resucitado! Amén.
Cita Bíblica: La Resurrección de Jesús (Mateo 28:5-6)
“Mas el ángel, respondiendo, dijo a las mujeres: No temáis vosotras; porque yo sé que buscáis a Jesús, el que fue crucificado. No está aquí, pues ha resucitado, como dijo. Venid, ved el lugar donde fue puesto el Señor.”