Cita Bíblica: «Herencia de Jehová son los hijos» (Salmo 127:3)
Queridos hermanos y hermanas en Cristo,
Hoy quiero dirigirme a todos aquellos que son padres o que esperan convertirse en padres en el futuro. Nuestro Dios nos ha dado una bendición maravillosa: la herencia de los hijos. En el Salmo 127:3 leemos: «Herencia de Jehová son los hijos; cosa de estima el fruto del vientre». Esta hermosa cita bíblica nos recuerda que nuestros hijos son un regalo precioso de Dios.
En nuestra sociedad actual, a menudo se menosprecia el valor y la importancia de tener hijos. Se nos dice que tener una familia numerosa es una carga, que los hijos son una responsabilidad demasiado grande. Pero como cristianos, sabemos que esto no es verdad. La Biblia nos enseña que los hijos son una bendición, una herencia de Jehová.
Cuando miramos a nuestro alrededor, vemos cómo el mundo ha perdido de vista el propósito y el valor de la familia. Se promueve el individualismo y el egoísmo, y se nos anima a buscar nuestra propia felicidad y satisfacción personal por encima de todo. Pero Dios nos llama a algo más grande. Él nos llama a ser padres amorosos y responsables, a criar a nuestros hijos en el temor y el conocimiento del Señor.
Criar a nuestros hijos en el camino del Señor no es una tarea fácil, pero es una de las más importantes que se nos ha dado. Nuestros hijos son como flechas en las manos del guerrero (Salmo 127:4). Dios nos ha confiado la responsabilidad de dirigir y guiar a nuestros hijos hacia una vida de fe y obediencia a Dios.
¿Cómo podemos cumplir con esta gran responsabilidad? En primer lugar, debemos buscar a Dios en oración y pedirle sabiduría y dirección en la crianza de nuestros hijos. La Palabra de Dios nos enseña cómo criar a nuestros hijos de acuerdo a sus principios. Debemos enseñarles la Palabra de Dios desde una edad temprana, modelar una vida de fe y oración delante de ellos, y disciplinarlos con amor y sabiduría.
También es importante recordar que nuestros hijos son seres humanos únicos, creados a imagen de Dios. Cada uno de ellos tiene dones y talentos especiales, y es nuestra responsabilidad ayudarles a descubrir y desarrollar esos dones. Debemos animarles a buscar a Dios y a seguir su propósito para sus vidas.
No importa cuánto tiempo nos tome criar a nuestros hijos, debemos recordar que nuestra labor no termina cuando ellos crecen. Nuestros hijos siempre serán nuestra herencia de Jehová. A medida que crecen y se convierten en adultos, debemos seguir orando por ellos, aconsejándoles y apoyándoles en su caminar con Dios.
Hermanos y hermanas, la herencia de Jehová son los hijos. Esta es una verdad que debemos recordar y valorar en medio de un mundo que a menudo desprecia el don de la vida y la bendición de tener hijos. No permitamos que las presiones y las influencias del mundo nos alejen de nuestro llamado como padres. Sigamos criando a nuestros hijos en el temor y el amor de Dios, confiando en que Él nos dará la sabiduría y la fuerza para cumplir con esta gran responsabilidad.
En conclusión, recordemos siempre que nuestros hijos son una herencia de Jehová. Son un regalo maravilloso que Dios nos ha dado. Debemos amarlos, cuidarlos y guiarlos en el camino del Señor. Confíemos en que Dios nos dará la sabiduría y la fuerza para cumplir con esta gran responsabilidad. Oremos por nuestros hijos y busquemos a Dios en todo momento. Que el Señor nos bendiga abundantemente en nuestra labor como padres.
Cita Bíblica: «Herencia de Jehová son los hijos» (Salmo 127:3)