Cita Bíblica Para Un Enfermo
Queridos hermanos y hermanas en Cristo,
Hoy quiero dirigirme a todos aquellos que están pasando por momentos de enfermedad y dolor. Sabemos que la vida no siempre es fácil y que enfrentamos pruebas y desafíos que pueden debilitarnos física y emocionalmente. Sin embargo, como cristianos, tenemos la bendición de contar con la Palabra de Dios para encontrar consuelo, fuerza y esperanza en tiempos difíciles.
La Biblia está llena de mensajes de aliento para los enfermos. En ella, encontramos historias de sanidad y milagros, así como palabras de aliento y promesas divinas para quienes están sufriendo. Cuando nos encontramos enfermos, es importante recordar que Dios está siempre a nuestro lado, dispuesto a brindarnos su amor, su consuelo y su sanidad.
Uno de los pasajes más inspiradores para los enfermos se encuentra en el libro de Salmos, capítulo 41, versículo 3. Allí leemos: “Jehová lo sustentará sobre el lecho del dolor; transformarás toda su cama en su enfermedad”. Estas palabras nos recuerdan que, incluso en medio de nuestras aflicciones, Dios está presente y nos sostiene. Él nos da fuerzas para soportar el dolor y nos rodea con su amor y cuidado.
Cuando nos encontramos enfermos, es natural que sintamos temor y preocupación. Sin embargo, en el libro de Isaías, capítulo 41, versículo 10, encontramos una promesa reconfortante de parte de Dios. Él nos dice: “No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia”. Esta promesa nos asegura que no estamos solos en nuestra enfermedad. Dios está con nosotros, brindándonos su fortaleza y apoyo en todo momento.
Además, en el libro de Santiago, capítulo 5, versículos 14 y 15, encontramos una exhortación para aquellos que están enfermos. Allí se nos dice: “¿Está alguno enfermo entre vosotros? Llame a los ancianos de la iglesia, y oren por él, ungiéndole con aceite en el nombre del Señor. Y la oración de fe salvará al enfermo, y el Señor lo levantará”. Estas palabras nos animan a buscar la ayuda de nuestros hermanos en la fe, a confiar en el poder de la oración y a creer que Dios puede sanarnos.
Queridos hermanos y hermanas, en medio de la enfermedad, no debemos perder la fe ni la esperanza. Aunque nuestras fuerzas puedan flaquear, el poder de Dios es infinito y su amor por nosotros es inquebrantable. No importa cuál sea nuestra dolencia, podemos acudir a Él en oración y confiar en su poder sanador.
Mientras enfrentamos la enfermedad, debemos recordar también que nuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo. En 1 Corintios, capítulo 6, versículo 19, leemos: “¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros?” Esta verdad nos recuerda que debemos cuidar de nuestro cuerpo y buscar la sabiduría médica y los tratamientos adecuados, confiando en Dios como nuestro sanador supremo.
En conclusión, queridos hermanos y hermanas, cuando nos encontramos enfermos, no estamos solos. Dios está con nosotros, sosteniéndonos y brindándonos su amor y sanidad. La Biblia nos ofrece palabras de aliento y promesas divinas que nos fortalecen en medio de la enfermedad. Recuerden siempre la Cita Bíblica Para Un Enfermo: “Jehová lo sustentará sobre el lecho del dolor; transformarás toda su cama en su enfermedad” (Salmos 41:3).
Que el Señor les bendiga y les dé fortaleza en tiempos de enfermedad. Amen.