La Biblia nos enseña que Dios es un Padre amoroso y generoso que desea bendecirnos y proveernos con todo lo que necesitamos. En Mateo 7:7, Jesús nos da una instrucción clara y poderosa: «Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá». Esta cita bíblica, conocida como «Cita Bíblica Pidan y se les dará», es un recordatorio de la importancia de acercarnos a Dios en oración y confiar en su provisión.
Cuando meditamos en estas palabras de Jesús, nos damos cuenta de que tenemos un Padre celestial que está dispuesto a escuchar nuestras peticiones y responder a ellas. No estamos solos en este mundo, sino que contamos con un Dios todopoderoso que se preocupa por nosotros y desea ayudarnos en nuestras necesidades. Qué maravilloso es saber que podemos acudir a Él en cualquier momento, sin importar lo grande o pequeño que sea nuestro pedido.
En nuestra vida diaria, a veces nos encontramos con desafíos y dificultades que parecen abrumadores. Podemos sentirnos agobiados por las circunstancias y creer que no hay solución para nuestros problemas. Pero la Palabra de Dios nos recuerda que si pedimos, se nos dará. Esto significa que no debemos desesperarnos ni perder la esperanza, sino que debemos acercarnos a Dios en oración y confiar en su poder para obrar en nuestras vidas.
Es importante destacar que cuando Jesús nos invita a pedir, no se refiere a pedir cosas egoístas o vanas. Él nos anima a buscar su reino y su justicia en primer lugar, confiando en que todas las demás cosas nos serán añadidas (Mateo 6:33). Nuestra prioridad debe ser buscar a Dios y su voluntad en todo momento, sabiendo que Él nos dará lo que necesitamos en su perfecto tiempo.
No debemos subestimar el poder de la oración. Cuando nos acercamos a Dios con humildad y sinceridad, Él nos escucha y responde. A veces, la respuesta puede no ser exactamente lo que esperamos, pero podemos confiar en que Dios sabe lo que es mejor para nosotros. Él siempre tiene un plan perfecto y su respuesta será de acuerdo a su voluntad amorosa.
La invitación de Jesús a pedir, buscar y llamar también nos muestra que la oración es un acto de fe. Al orar, estamos demostrando nuestra confianza en Dios y su capacidad para responder a nuestras necesidades. No debemos dudar ni desanimarnos, sino perseverar en la oración, sabiendo que nuestro Padre celestial nos escucha y nos dará lo que necesitamos.
Querido hermano o hermana, ¿has estado batallando con alguna situación en tu vida? ¿Sientes que no tienes respuestas o soluciones? Te animo a que te acerques a Dios en oración, recordando la Cita Bíblica Pidan y se les dará. No hay nada demasiado grande o demasiado pequeño para nuestro Padre celestial. Él está esperando que le pidas y confíes en su provisión.
Recuerda que la oración no es un último recurso, sino el primer paso hacia la solución. No importa cuál sea tu situación, Dios está dispuesto a escucharte y responder a tus necesidades. No te canses de pedir, buscar y llamar, porque la promesa de Jesús es clara: «Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá».
En conclusión, la Cita Bíblica Pidan y se les dará es una invitación poderosa a acudir a Dios en oración y confiar en su provisión. No importa cuál sea tu situación, Dios está dispuesto a escucharte y responder a tus necesidades. No dudes en pedir, buscar y llamar, porque nuestro Padre celestial tiene un plan perfecto para tu vida. Confía en Él y verás su fidelidad. ¡Pedid, y se os dará!
Cita Bíblica Pidan y se les dará.