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Cita Bíblica: Resurrección de Lázaro, un milagro asombroso


La resurrección de Lázaro: un poderoso recordatorio del amor y el poder de Dios

Cita bíblica: Resurrección de Lázaro (Juan 11:1-44)

Queridos hermanos y hermanas en Cristo,

Hoy nos reunimos para reflexionar sobre uno de los eventos más asombrosos y conmovedores registrados en la Palabra de Dios: la resurrección de Lázaro. Este relato nos ofrece una visión profunda del amor y el poder de nuestro Señor Jesucristo, que trasciende incluso la muerte misma.

La historia comienza con un mensaje urgente enviado a Jesús: «Señor, he aquí, el que amas está enfermo» (Juan 11:3). Estas palabras fueron pronunciadas por las hermanas de Lázaro, Marta y María, quienes confiaban plenamente en el poder de Jesús para sanar a su amado hermano. Sin embargo, Jesús tenía un plan aún mayor en mente.

A pesar de la angustia y la confusión que rodeaba la situación, Jesús se tomó su tiempo antes de llegar a Betania, el pueblo donde vivía Lázaro. Al llegar, se encontró con la tristeza y el lamento de aquellos que habían perdido toda esperanza. Marta, al ver a Jesús, le dijo: «Señor, si hubieras estado aquí, mi hermano no habría muerto» (Juan 11:21). Pero Jesús, lleno de compasión, le aseguró: «Tu hermano resucitará» (Juan 11:23).

Estas palabras de Jesús nos enseñan que incluso en medio de nuestras pruebas y tristezas, debemos confiar en su promesa de vida eterna. Aunque la muerte parezca ser el final, Jesús nos recuerda que solo es el comienzo de una vida nueva y gloriosa en Su presencia.

Marta, llena de fe, respondió: «Sé que resucitará en la resurrección, en el día postrero» (Juan 11:24). Pero Jesús, deseando revelar su poder divino en ese mismo momento, declaró: «Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá» (Juan 11:25). Estas palabras contienen una promesa poderosa y eterna para todos aquellos que creen en Jesús como el Hijo de Dios y el Salvador de sus vidas.

Jesús, acompañado por Marta y María, se acercó al sepulcro de Lázaro. Allí, en medio de la incredulidad y el llanto, Jesús pronunció las palabras que aún resuenan en nuestros corazones: «¡Lázaro, ven fuera!» (Juan 11:43). Y en un acto divino de amor y poder, Lázaro, quien había estado muerto durante cuatro días, salió del sepulcro, vivo y restaurado.

Este milagro extraordinario no solo fue una muestra de la autoridad y el poder de Jesús sobre la muerte, sino también una demostración tangible de su amor incondicional por cada uno de nosotros. Nos enseña que, sin importar cuán oscuros sean nuestros tiempos de dolor y desesperación, Jesús tiene el poder de traer vida y restauración a nuestras vidas.

Así como Lázaro fue llamado de la muerte a la vida, también podemos ser resucitados de nuestras propias tumbas espirituales. Jesús nos ofrece la esperanza de un nuevo comienzo, una oportunidad para renacer en Su amor y gracia. No importa cuán lejos hayamos caído o cuánto tiempo hayamos estado separados de Él, Jesús está dispuesto a extendernos su mano y decirnos: «¡Ven fuera!».

Hermanos y hermanas, la resurrección de Lázaro es un recordatorio poderoso de que no hay nada imposible para nuestro Dios. Él tiene el poder de vencer la muerte y de transformar nuestras vidas. Que este relato nos inspire a confiar en el poder de Jesús y a buscar Su amor y gracia en cada aspecto de nuestras vidas.

En conclusión, la resurrección de Lázaro es un testimonio vivo del amor y el poder de nuestro Señor Jesucristo. Nos muestra que, incluso en medio de nuestras circunstancias más difíciles, Jesús tiene el poder de traer vida, esperanza y restauración. Así que, hermanos y hermanas, pongamos nuestra confianza en Él y permitamos que Su amor nos guíe en todo momento. Recuerden siempre la Cita Bíblica: Resurrección de Lázaro.

¡Que la paz y la gracia de nuestro Señor Jesucristo estén con todos ustedes!

Cita bíblica: Resurrección de Lázaro (Juan 11:1-44)