Conéctate Con Dios

Confía en Dios y alcanza la felicidad: Salmo 37.5


Salmo 37.5: «Encomienda a Jehová tu camino, y confía en él; y él hará» (Reina Valera).

Queridos hermanos y hermanas en Cristo,

Hoy quiero compartir con ustedes una poderosa promesa que se encuentra en el Salmo 37.5. Esta hermosa escritura nos recuerda la importancia de confiar en Dios y entregarle nuestros caminos. En momentos de incertidumbre, dolor o confusión, podemos encontrar consuelo y esperanza en estas palabras inspiradoras.

Encomendar nuestros caminos a Jehová significa poner nuestra confianza absoluta en Él. Significa reconocer que Dios tiene un plan perfecto para nuestras vidas y que Él sabe lo que es mejor para nosotros. A menudo, nos encontramos tratando de controlar cada aspecto de nuestras vidas y nos olvidamos de dejar que Dios tome el control. Pero cuando nos entregamos completamente a Él, permitimos que su sabiduría y amor guíen nuestros pasos.

Confianza. Esa es la clave. Confianza en que Dios siempre está con nosotros, incluso en los momentos más difíciles. Puede que nos enfrentemos a desafíos, pruebas y tribulaciones, pero podemos tener la certeza de que Dios está obrando en nuestro favor. Incluso cuando no entendemos lo que está sucediendo a nuestro alrededor, podemos confiar en que Él tiene un propósito mayor y que todo se desarrollará según su plan perfecto.

Permítanme compartir con ustedes una historia que ilustra la importancia de confiar en Dios y encomendar nuestros caminos a Él.

Había una vez un joven llamado David que enfrentaba una difícil situación. Había sido elegido por Dios para ser el próximo rey de Israel, pero se encontraba huyendo de su predecesor, el rey Saúl, quien trataba de matarlo. En medio de esta persecución, David se refugió en una cueva y clamó a Dios en busca de guía y protección. Aunque David pudo haberse sentido desamparado y temeroso, decidió encomendar su camino a Jehová y confiar en Él. Y Dios respondió a su fe y confianza, protegiéndolo y guiándolo en cada paso del camino. Eventualmente, David se convirtió en uno de los reyes más grandes de Israel, y su historia nos muestra el poder de confiar en Dios y dejar que Él dirija nuestros caminos.

Queridos hermanos y hermanas, no importa cuál sea la situación en la que te encuentres hoy, te animo a encomendar tu camino a Jehová y confiar en Él. Tal vez estés enfrentando problemas en tu trabajo, dificultades en tu matrimonio o preocupaciones financieras. O tal vez estés luchando con problemas de salud o enfrentando una pérdida dolorosa. Sea cual sea la situación, recuerda que Dios está contigo y que puedes confiar en Él.

Cuando confiamos en Dios y le entregamos nuestros caminos, nos liberamos del peso de la preocupación y la ansiedad. Nos damos cuenta de que no tenemos que cargar nuestras cargas solos, sino que Dios está dispuesto a llevarlas por nosotros. Su amor y cuidado son inagotables, y Él siempre está dispuesto a ayudarnos en nuestras dificultades.

Así que, amados hermanos y hermanas, encomendemos a Jehová nuestro camino y confiemos en Él. Recordemos que Él es nuestro refugio seguro y nuestro guía fiel. Encomendar nuestros caminos a Él no solo nos trae paz y consuelo, sino que también nos abre las puertas a las bendiciones y a la victoria que solo Él puede darnos.

Que el Salmo 37.5 sea nuestro recordatorio diario de confiar en Dios y entregarle nuestros caminos. Que cada mañana, al despertar, podamos decir con confianza: «Encomiendo a Jehová mi camino y confío en Él». Y que al final del día, podamos mirar atrás y reconocer cómo Dios ha obrado en nuestra vida.

Encomienda a Jehová tu camino, y confía en él; y él hará.

Que Dios les bendiga ricamente.

Salmo 37.5: «Encomienda a Jehová tu camino, y confía en él; y él hará» (Reina Valera).