Salmos 16:8 – “Siempre tengo presente al Señor; con él a mi derecha, nada me hará caer.”
Queridos hermanos y hermanas en Cristo, hoy quiero compartir con ustedes una hermosa promesa que se encuentra en el libro de los Salmos, específicamente en el Salmo 16:8. Esta promesa nos habla de la presencia constante del Señor en nuestras vidas y de cómo Él es nuestra fortaleza y guía en todo momento.
Muchas veces en la vida enfrentamos situaciones difíciles y nos sentimos abrumados por los problemas y las preocupaciones. Es en esos momentos cuando es crucial recordar y aplicar la enseñanza de este versículo. “Siempre tengo presente al Señor; con él a mi derecha, nada me hará caer.” Estas palabras nos recuerdan que no estamos solos, que el Señor está a nuestro lado, siempre presente y dispuesto a ayudarnos.
Cuando enfrentamos desafíos y adversidades, es fácil caer en la desesperación y el desaliento. Pero el Salmo 16:8 nos anima a mantener nuestros ojos puestos en el Señor, a recordar su presencia constante a nuestra derecha. Él es nuestro refugio seguro y nuestra fortaleza inquebrantable. Con Él a nuestro lado, no hay nada que pueda hacernos caer.
La vida nos presenta muchas distracciones y tentaciones que nos alejan de la presencia de Dios. Pero si elegimos mantener siempre presente al Señor en nuestras vidas, si le damos el primer lugar en nuestros pensamientos y acciones, Él nos guiará por el camino correcto. No importa cuán oscuro sea el camino que atravesemos, Él iluminará nuestra senda y nos mostrará el camino hacia la vida abundante que nos ha prometido.
Es fácil dejarnos llevar por el miedo y la incertidumbre, especialmente en tiempos de crisis y dificultades. Sin embargo, el Salmo 16:8 nos recuerda que no debemos temer, porque el Señor está a nuestro lado. Él es nuestra roca y nuestro escudo, nuestro amparo y protector. Con Él a nuestra derecha, podemos enfrentar cualquier situación con valentía y confianza, sabiendo que Él nos sostendrá y nos dará la fuerza que necesitamos.
Queridos hermanos y hermanas, no importa cuáles sean las circunstancias que estén enfrentando en este momento, los animo a aferrarse a la promesa de Salmos 16:8. Mantengan siempre presente al Señor, busquen su guía y protección. Él está a su lado, listo para levantarlos cuando caigan y darles la fuerza para seguir adelante.
Recuerden que nuestra fe no se basa en nuestras circunstancias, sino en la fidelidad y el amor incondicional de nuestro Dios. Él está siempre presente, dispuesto a llevarnos de la mano y a caminar junto a nosotros en cada paso del camino.
Así que, amados hermanos y hermanas, los invito a repetir conmigo esta hermosa promesa: “Siempre tengo presente al Señor; con él a mi derecha, nada me hará caer.” Confíen en el Señor, busquen su presencia y permitan que Él sea su guía en cada aspecto de sus vidas.
Que cada día sea una oportunidad para recordar y aplicar esta promesa en nuestras vidas. Mantengamos siempre presente al Señor, confiando en su amor y sabiduría. No importa cuál sea nuestra situación, Él nos sostendrá y nos llevará adelante.
Que la paz y la fortaleza del Señor estén con ustedes siempre. Amén.
Salmos 16:8 – “Siempre tengo presente al Señor; con él a mi derecha, nada me hará caer.”