Salmo 118:5 – «Desde la angustia invoqué a Jehová,
Y me respondió Jehová, poniéndome en lugar espacioso.»
Queridos hermanos y hermanas en Cristo,
Hoy quiero compartir con ustedes una porción de la Palabra de Dios que ha sido una fuente de inspiración y fortaleza para mí: Salmo 118:5. En este versículo, el salmista nos muestra una verdad maravillosa sobre nuestro Dios amoroso y fiel.
La vida no siempre es fácil, y en ocasiones nos encontramos en situaciones de angustia y dificultad. Podemos sentirnos atrapados, sin salida y sin esperanza. Sin embargo, en medio de esa angustia, tenemos un recurso poderoso al cual podemos acudir: Jehová, nuestro Padre celestial.
El salmista nos enseña que cuando enfrentamos la angustia, debemos invocar a Jehová. Invocar significa llamar, clamar, buscar a Dios con todo nuestro ser. No importa cuán grande o pequeña sea nuestra angustia, debemos llevarla ante el Señor y confiar en que Él nos escuchará.
Y lo maravilloso es que Jehová, nuestro Dios, no solo nos escucha, sino que también nos responde. No es un Dios indiferente o distante, sino un Padre amoroso y compasivo que se preocupa por nosotros. Cuando clamamos a Él desde nuestra angustia, Él nos responde de maneras que superan nuestra comprensión.
El salmista experimentó esto en su propia vida. En medio de su angustia, él invocó a Jehová y el Señor le respondió. Pero la respuesta de Dios no fue simplemente tranquilizarlo o consolarlo emocionalmente. El versículo nos dice que Dios lo puso en un lugar espacioso.
Este lugar espacioso no se refiere a un lugar físico, sino a un lugar de libertad, paz y abundancia espiritual. Cuando confiamos en Dios y clamamos a Él, Él nos saca de la angustia y nos lleva a un lugar donde podemos experimentar la plenitud de Su amor y la libertad que solo Él puede dar.
En ese lugar espacioso, encontramos consuelo para nuestras almas cansadas, fuerza para enfrentar los desafíos de la vida y esperanza para el futuro. En ese lugar, nuestras cargas son aligeradas y nuestras preocupaciones se disipan. Es un lugar de descanso y restauración, donde podemos experimentar la paz que sobrepasa todo entendimiento.
Queridos hermanos y hermanas, no importa cuál sea la angustia que enfrenten en este momento, los animo a que invoquen a Jehová. No confíen en sus propias fuerzas ni en las soluciones del mundo, sino pongan su confianza en el Dios Todopoderoso que promete responder a aquellos que le buscan con sinceridad.
Clamen a Él desde la angustia y confíen en Su fidelidad. No se desanimen ni se desesperen, porque el mismo Dios que escuchó y respondió al salmista también los escuchará y responderá a ustedes. Él los llevará a un lugar espacioso, donde encontrarán consuelo, paz y abundancia.
Recuerden siempre que nuestro Dios es grande y poderoso, y Su amor por nosotros es inmenso. Él es nuestro refugio en tiempos de angustia y nuestro sostén en momentos de debilidad. No hay problema demasiado grande para Él, ni carga demasiado pesada que no pueda llevar.
Así que, hermanos y hermanas, invoquen a Jehová desde la angustia y confíen en Su respuesta. Él los llevará a un lugar espacioso donde encontrarán todo lo que necesitan. No se desanimen, porque Jehová está con ustedes en cada paso del camino.
En Salmo 118:5 encontramos una promesa maravillosa: «Desde la angustia invoqué a Jehová, y me respondió Jehová, poniéndome en lugar espacioso.» Que esta promesa sea una fuente de esperanza y fortaleza en sus vidas. Que puedan experimentar el amor y la respuesta de Dios mientras invocan Su nombre.
Que Dios los bendiga y los guíe siempre.
Salmo 118:5 – «Desde la angustia invoqué a Jehová,
Y me respondió Jehová, poniéndome en lugar espacioso.»