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Consuelo y esperanza en la Palabra de Dios: Cita Bíblica para velorio


¡Bienvenidos hermanos y hermanas en Cristo! Hoy nos encontramos aquí reunidos, en este velorio, para rendir honor y despedir a nuestro amado hermano o hermana que ha partido hacia la eternidad. Aunque nos embarga la tristeza y el dolor de su ausencia física, recordemos que en este momento de dolor y duelo, podemos encontrar consuelo y esperanza en la palabra de nuestro Señor.

La Biblia nos ofrece numerosas citas que nos alientan y nos brindan consuelo en momentos como estos. En el libro de Salmos, encontramos un versículo que nos recuerda la promesa de Dios de estar con nosotros en momentos de aflicción: «Aunque ande en valle de sombra de muerte, no temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo; tu vara y tu cayado me infundirán aliento» (Salmo 23:4). En medio de la oscuridad de la pérdida, podemos confiar en que Dios está a nuestro lado, guiándonos y fortaleciéndonos.

Además, en el libro de Juan, Jesús nos asegura: «Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá» (Juan 11:25). Estas palabras nos recuerdan que la muerte no es el final, sino el comienzo de una vida eterna junto a nuestro Señor. En la partida de nuestro ser querido, encontramos consuelo en saber que han alcanzado la promesa de la vida eterna en Cristo Jesús.

En momentos de duelo, también es importante recordar las palabras del apóstol Pablo en su carta a los Tesalonicenses: «Tampoco queremos, hermanos, que ignoréis acerca de los que duermen, para que no os entristezcáis como los otros que no tienen esperanza. Porque si creemos que Jesús murió y resucitó, así también traerá Dios con Jesús a los que durmieron en él» (1 Tesalonicenses 4:13-14). No debemos entristecernos como aquellos que no tienen esperanza, sino confiar en la promesa de la resurrección y en la reunión eterna con nuestros seres queridos en el cielo.

En este momento de despedida, recordemos también las palabras de Jesús en el libro de Mateo: «Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar» (Mateo 11:28). Nuestro amado hermano o hermana ha dejado atrás el sufrimiento y las cargas de este mundo, y ahora descansa en los brazos amorosos de nuestro Salvador.

Queridos hermanos y hermanas, aunque nuestro corazón se llena de tristeza en este velorio, no olvidemos que la muerte no tiene la última palabra. Nuestro amado hermano o hermana ha sido llamado a la gloria eterna y su espíritu vive en la presencia de Dios. Nos consuela saber que su partida no es un adiós definitivo, sino un hasta luego en el reino de los cielos.

En medio de nuestro dolor, recordemos la promesa de nuestro Señor en Apocalipsis: «Después de esto miré, y he aquí una gran multitud, la cual nadie podía contar, de todas naciones y tribus y pueblos y lenguas, que estaban delante del trono y en la presencia del Cordero, vestidos de ropas blancas, y con palmas en las manos» (Apocalipsis 7:9). Imaginemos a nuestro ser querido, rodeado de esa multitud, adorando y alabando al Señor en perfecta paz y felicidad.

En conclusión, a pesar del dolor que sentimos en este velorio, recordemos que la Palabra de Dios nos ofrece consuelo, esperanza y promesas eternas. Nuestro amado hermano o hermana ha sido llamado a la presencia del Señor y ahora descansa en paz. Sigamos confiando en la promesa de la resurrección y en la bendita esperanza de la vida eterna en Cristo Jesús.

Que el Señor nos fortalezca y consuele en este tiempo de duelo y que podamos encontrar paz y esperanza en su palabra. Amén.

Cita Biblica Para Velorio

Cita Biblica Para Velorio

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