Cita Bíblica: Alzaré mis ojos a los montes (Salmo 121:1)
Queridos hermanos y hermanas en Cristo,
Hoy quiero compartir con ustedes una hermosa promesa que encontramos en la Palabra de Dios. En el libro de los Salmos, específicamente en el Salmo 121, encontramos una cita bíblica que dice: «Alzaré mis ojos a los montes; ¿de dónde vendrá mi socorro?» (Salmo 121:1). Esta es una pregunta que muchos de nosotros nos hemos hecho en momentos de dificultad o incertidumbre. Pero la respuesta a esta pregunta se encuentra en el mismo salmo.
Cuando el salmista levanta sus ojos hacia los montes, no está buscando ayuda o salvación en ellos. Más bien, está reconociendo que su socorro viene de alguien más grande y poderoso que cualquier montaña. El salmista continúa diciendo: «Mi socorro viene de Jehová, que hizo los cielos y la tierra» (Salmo 121:2). Qué hermosa afirmación de fe. Nuestro socorro viene de Dios, el creador de todo lo que existe.
Hermanos y hermanas, en esta vida enfrentamos muchas montañas. Estas montañas pueden ser problemas financieros, enfermedades, relaciones rotas, pérdidas o cualquier otro desafío que se nos presente. A veces, estas montañas pueden parecer insuperables, pero debemos recordar que nuestro socorro viene de Dios, quien es más grande que cualquier montaña que enfrentemos.
Cuando alzamos nuestros ojos hacia los montes, no estamos mirando hacia la dificultad, sino más allá de ella. Estamos mirando al Dios todopoderoso que puede mover montañas y hacer lo imposible posible. Jesús nos dijo en Mateo 17:20: «Porque de cierto os digo que si tuviereis fe como un grano de mostaza, diréis a este monte: Pásate de aquí allá, y se pasará; y nada os será imposible». Nada es imposible para aquellos que confían en el Señor.
Cuando enfrentemos montañas en nuestra vida, recordemos que no estamos solos. Dios está con nosotros en cada paso del camino. El salmista continúa diciendo: «No dará tu pie al resbaladero, ni se dormirá el que te guarda» (Salmo 121:3). No importa cuán empinada o difícil sea la montaña, Dios nos sostendrá y nos protegerá. Él nunca nos abandonará.
Hermanos y hermanas, a veces puede ser tentador desanimarnos o perder la esperanza cuando enfrentamos montañas en nuestra vida. Pero recordemos la promesa de Dios en el Salmo 121:1: «Alzaré mis ojos a los montes; ¿de dónde vendrá mi socorro?». Nuestro socorro viene del Señor. Él es nuestro ayudador y protector fiel.
Así que, cuando enfrentemos montañas en nuestra vida, levantemos nuestros ojos hacia Dios. Confíemos en su poder y en su fidelidad. No importa cuán grande sea la montaña, él nos dará la fuerza y el coraje para superarla. Sigamos adelante con fe, sabiendo que nuestro socorro viene de aquel que hizo los cielos y la tierra.
En conclusión, mis amados hermanos y hermanas, recordemos la hermosa promesa del Salmo 121:1: «Alzaré mis ojos a los montes; ¿de dónde vendrá mi socorro?». Nuestro socorro viene de Dios, el creador de todo lo que existe. No importa cuán grande sean las montañas que enfrentemos, él nos sostendrá y nos protegerá. Confíemos en su poder y en su fidelidad. Mantengamos nuestros ojos en él y sigamos adelante con fe. ¡Nuestro socorro viene del Señor!
Cita Bíblica: Alzaré mis ojos a los montes (Salmo 121:1)