Cita Bíblica: Si crees, verás la gloria de Dios.
¡Saludos, queridos hermanos y hermanas en Cristo! Hoy quiero compartir con ustedes una poderosa promesa que se encuentra en la Palabra de Dios. Si creemos, veremos la gloria de Dios. Esta cita bíblica nos recuerda que nuestra fe tiene el poder de abrir nuestros ojos espirituales para contemplar la magnificencia y el poder de nuestro amado Creador.
La fe es un don maravilloso que Dios nos ha otorgado. A través de ella, somos capaces de ver más allá de lo visible y captar una vislumbre de la gloria celestial. Cuando creemos en Dios y en su Palabra, nuestros corazones se llenan de esperanza y expectativa, sabiendo que Él está obrando en nuestras vidas de maneras asombrosas y sorprendentes.
En la Biblia, encontramos numerosos relatos de personas que experimentaron la gloria de Dios al creer en Él. En el libro de Juan, capítulo 11, leemos acerca de la resurrección de Lázaro. Jesús llega a la tumba de su amigo y le pide a Marta que crea. En ese momento, Jesús pronuncia estas palabras tan poderosas: “Si crees, verás la gloria de Dios” (Juan 11:40, RV).
Marta, a pesar de su dolor y tristeza, decidió confiar en Jesús y creer en su poder. Y lo que sucedió después fue un milagro asombroso. Jesús llamó a Lázaro, quien había estado muerto por cuatro días, y salió de la tumba completamente vivo. ¡La gloria de Dios se manifestó ante los ojos de todos los presentes!
Hermanos y hermanas, esta misma promesa se extiende hacia nosotros hoy. Si creemos en el poder de Dios, veremos su gloria manifestada en nuestras vidas. Esto no significa que todos experimentaremos un milagro físico como la resurrección de Lázaro, pero significa que Dios se revelará a nosotros de maneras únicas y sorprendentes.
Cuando enfrentamos desafíos y dificultades en la vida, a menudo nos sentimos abrumados y sin esperanza. Pero, si creemos en la promesa de Dios, si confiamos en que Él es fiel y poderoso, veremos su gloria en medio de nuestras circunstancias.
La gloria de Dios puede manifestarse de diferentes maneras. Puede ser a través de un avance en nuestra salud, una reconciliación en nuestras relaciones, una provisión inesperada en nuestras finanzas, o un cambio radical en nuestras vidas. Pero, incluso en medio de la adversidad, podemos ver la gloria de Dios en su amor incondicional, su paz sobrenatural y su gracia que nos sostiene.
Queridos hermanos y hermanas, los invito hoy a creer en la promesa de Dios. Abran sus corazones a la fe y permitan que sus ojos espirituales sean iluminados para ver la gloria de Dios en sus vidas. No importa cuán grandes sean los obstáculos que enfrenten, confíen en que Dios está obrando detrás de escena para llevar a cabo su plan perfecto.
Recuerden la cita bíblica: “Si crees, verás la gloria de Dios” (Juan 11:40, RV). Permítanme repetirlo una vez más: “Si crees, verás la gloria de Dios”. Esta promesa es para ustedes, queridos hermanos y hermanas. No importa dónde se encuentren en su caminar espiritual, Dios está listo para revelar su gloria en sus vidas.
No permitan que las dudas o el desánimo les impidan creer en el poder y la fidelidad de Dios. Levanten sus ojos al cielo y depositen su confianza en aquel que es capaz de hacer mucho más de lo que podemos imaginar.
Así que, hoy, los animo a aferrarse a esta promesa y vivir en la expectativa de la gloria de Dios. Que su fe sea fortalecida y su corazón lleno de gozo al saber que aquel que creó los cielos y la tierra está obrando en su vida.
Cita Bíblica: Si crees, verás la gloria de Dios.
Que Dios los bendiga abundantemente y que sus ojos sean abiertos para contemplar su maravillosa gloria. ¡Amén!