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¡Cuidado! ¡Cita Bíblica: Engañoso Es el Corazón!


Cita Bíblica: «Engañoso es el corazón, más que todas las cosas, y perverso; ¿quién lo conocerá?» (Jeremías 17:9, Reina Valera).

¡Queridos hermanos y hermanas en Cristo! Hoy quiero hablarles acerca de una verdad que debemos tener siempre presente en nuestras vidas: «Engañoso es el corazón, más que todas las cosas, y perverso; ¿quién lo conocerá?» (Jeremías 17:9).

En nuestra sociedad actual, a menudo escuchamos que debemos seguir nuestros corazones, perseguir nuestros deseos y hacer lo que nos haga felices. Sin embargo, la Palabra de Dios nos advierte claramente que nuestro corazón puede ser engañoso y perverso. ¿Qué significa esto?

Cuando la Biblia habla del corazón, no se refiere al órgano físico que bombea sangre en nuestro pecho. Más bien, se está refiriendo al núcleo de nuestra persona, a nuestros pensamientos, emociones y deseos más profundos. Es en este nivel interno donde reside nuestra naturaleza pecaminosa, que puede ser engañosa y perversa.

En nuestro corazón, podemos encontrar deseos egoístas, envidia, codicia, ira y otros pecados que nos alejan de la voluntad de Dios. A menudo, nos engañamos a nosotros mismos pensando que nuestras intenciones son puras, pero en realidad estamos siendo guiados por nuestra carne y no por el Espíritu Santo.

Esta engañosa naturaleza de nuestro corazón puede llevarnos por caminos equivocados y hacernos tomar decisiones que no son las que Dios quisiera para nosotros. Si seguimos ciegamente nuestros deseos internos sin discernimiento, podemos terminar en situaciones dolorosas y alejados de la bendición de Dios.

Entonces, ¿cómo podemos evitar que nuestro corazón nos engañe? La respuesta está en la Palabra de Dios. La Biblia nos dice en Proverbios 3:5-6: «Confía en Jehová con todo tu corazón, y no te apoyes en tu propia prudencia. Reconócelo en todos tus caminos, y él enderezará tus veredas». Solo al confiar plenamente en Dios y en su Palabra seremos capaces de discernir lo que es correcto y evitar los engaños de nuestro corazón.

Además, necesitamos someter nuestros deseos y pensamientos a la autoridad de Cristo. El apóstol Pablo nos insta en Romanos 12:2 a no conformarnos a este mundo, sino a ser transformados por la renovación de nuestro entendimiento. Debemos renovar nuestra mente con la verdad de la Palabra de Dios para poder discernir su voluntad y evitar ser engañados por nuestro corazón.

Queridos hermanos y hermanas, no debemos subestimar el poder engañoso de nuestro corazón. Es crucial que estemos vigilantes y en constante búsqueda de la voluntad de Dios en nuestras vidas. No permitamos que nuestros deseos egoístas y pecaminosos nos alejen del camino de bendición que Dios tiene preparado para nosotros.

Recordemos siempre la advertencia de Jeremías 17:9: «Engañoso es el corazón, más que todas las cosas, y perverso; ¿quién lo conocerá?». No confiemos en nuestra propia sabiduría ni en nuestros propios deseos. En cambio, confiemos plenamente en Dios, sometamos nuestro corazón a su autoridad y pidámosle que nos guíe en cada paso que demos.

Así que, queridos hermanos y hermanas, recordemos siempre esta cita bíblica: «Engañoso es el corazón, más que todas las cosas, y perverso; ¿quién lo conocerá?» (Jeremías 17:9). No permitamos que nuestro corazón nos engañe, sino confiemos plenamente en Dios y en su Palabra. Que el Señor nos dé discernimiento y fortaleza para mantenernos firmes en su voluntad. ¡Amén!