Salmo 115:14 – «Aumente Jehová bendiciéndoos a vosotros y a vuestros hijos.»
Queridos hermanos y hermanas en Cristo,
¡Qué gran promesa nos trae el Salmo 115:14! En este hermoso versículo, el salmista nos revela el deseo de Dios de bendecirnos y de aumentar nuestras vidas y las de nuestros hijos. Es una declaración poderosa que nos llena de esperanza y nos anima a confiar en el Señor en todo momento.
Es importante recordar que la bendición de Dios no es algo que debemos ganar o merecer, sino que es un regalo gratuito de su amor y gracia. Él desea bendecirnos abundantemente y multiplicar nuestras vidas con bendiciones tanto espirituales como materiales. Nuestro Padre celestial se deleita en darnos lo mejor y en ver nuestras vidas florecer.
Cuando reflexionamos en esta promesa, debemos recordar que Dios es fiel y que cumple sus promesas. A lo largo de la Biblia, vemos cómo Dios bendice a su pueblo una y otra vez. Desde los tiempos de Abraham hasta el día de hoy, él ha demostrado su fidelidad en bendecir a aquellos que le buscan y confían en él.
En momentos de dificultades y desafíos, podemos aferrarnos a la promesa de Salmo 115:14. Cuando enfrentamos pruebas en nuestra salud, relaciones, finanzas o cualquier otra área de nuestra vida, podemos confiar en que Dios está trabajando en nuestro favor. Él es nuestro defensor y protector, y su deseo es bendecirnos y aumentarnos.
No importa cuán pequeños o insignificantes nos sintamos, Dios tiene un plan maravilloso para nuestras vidas. Él nos invita a creer en su Palabra y a confiar en él en todo momento. No debemos limitar a Dios con nuestras dudas o temores, sino abrir nuestro corazón y permitirle que nos bendiga abundantemente.
Es importante destacar que la promesa de Salmo 115:14 también se extiende a nuestros hijos. Dios desea bendecir a nuestras generaciones futuras y hacer que sus vidas sean fructíferas y prósperas. Como padres y líderes espirituales, tenemos la responsabilidad de enseñar a nuestros hijos a confiar en Dios y a buscar su bendición en todo momento.
Cuando nuestros hijos ven cómo confiamos en Dios y experimentan su bendición en nuestras vidas, aprenden a depender de él y a caminar en sus caminos. Debemos orar por ellos y enseñarles la importancia de buscar la bendición de Dios en todo lo que hagan. Nuestro ejemplo y nuestras palabras pueden marcar una gran diferencia en sus vidas y en su relación con Dios.
Al concluir este mensaje de aliento, quiero recordarte una vez más la promesa de Salmo 115:14: «Aumente Jehová bendiciéndoos a vosotros y a vuestros hijos.» Permítele a Dios que aumente tu vida y te bendiga en todas las áreas. Confía en su fidelidad y en su amor inagotable. Permítele que derrame sus bendiciones sobre ti y sobre tus generaciones futuras.
Recuerda, querido hermano o hermana, que eres amado y valorado por Dios. Él desea bendecirte y multiplicar tus días con cosas buenas. ¡Confía en su promesa, busca su rostro y deja que su bendición se derrame sobre ti y los tuyos!
Salmo 115:14 – «Aumente Jehová bendiciéndoos a vosotros y a vuestros hijos.»
En el nombre de Jesús,
Amén.