Salmos 46:10 – «Estad quietos, y conoced que yo soy Dios; seré exaltado entre las naciones; enaltecido seré en la tierra.»
Queridos hermanos y hermanas en Cristo,
Hoy quiero compartir con ustedes un versículo inspirador que se encuentra en el libro de los Salmos, específicamente en el Salmo 46:10. Este versículo nos invita a reflexionar sobre la grandeza y el poder de nuestro Dios. Nos dice: «Estad quietos, y conoced que yo soy Dios; seré exaltado entre las naciones; enaltecido seré en la tierra.»
En medio de las dificultades y los desafíos de la vida, a menudo nos sentimos abrumados y ansiosos. Nos preocupamos por el futuro, nos agobiamos con las responsabilidades y nos dejamos llevar por el ritmo acelerado de este mundo. Sin embargo, Dios nos llama a detenernos, a estar quietos y a recordar que Él está a cargo.
El Salmo 46:10 nos insta a confiar en la soberanía de Dios y a reconocer que Él es el único digno de ser exaltado y enaltecido. En medio de las adversidades, es fácil perder de vista la grandeza de nuestro Dios. Pero cuando nos detenemos y nos sumergimos en Su presencia, podemos experimentar Su paz que sobrepasa todo entendimiento.
Imaginen por un momento un océano en medio de una tormenta. Las olas golpean con fuerza, el viento sopla con violencia y todo parece caótico. Sin embargo, en lo más profundo de ese océano, hay una calma y una serenidad que no pueden ser perturbadas. Así es nuestro Dios. Él es como ese océano que permanece tranquilo incluso en medio de las tormentas más feroces.
Cuando nos detenemos y conocemos a Dios, aprendemos a confiar en Su fidelidad y en Su poder para guiarnos y protegernos. Nuestras preocupaciones y ansiedades se disipan cuando nos rendimos ante Su voluntad y descansamos en Su amor inagotable.
Pero ¿cómo podemos estar quietos en un mundo lleno de ruido y distracciones? La respuesta está en buscar a Dios en cada momento de nuestra vida. En la oración, en la lectura de Su Palabra, en la adoración y en la comunión con otros creyentes. Al dedicar tiempo a estar en Su presencia, encontramos descanso y renovación para nuestras almas.
Además, el Salmo 46:10 nos invita a recordar que Dios será exaltado entre las naciones y enaltecido en la tierra. Esto nos recuerda que nuestro principal propósito como creyentes es glorificar a Dios en todo lo que hacemos. No importa cuál sea nuestra posición en la sociedad, en nuestro trabajo o en nuestra familia, podemos honrar a Dios al vivir vidas santas y obedientes a Su Palabra.
Hermanos y hermanas, hoy les animo a meditar en el Salmo 46:10. Permítanle recordarles la importancia de estar quietos y conocer a Dios en medio de las batallas de la vida. Confíen en Su poder y soberanía, y permitan que Él los guíe en cada paso que den. Recuerden que Él será exaltado entre las naciones y enaltecido en la tierra.
En conclusión, el Salmo 46:10 nos insta a confiar en la grandeza y el poder de nuestro Dios. Nos recuerda que debemos detenernos, estar quietos y conocer a Dios en medio de nuestras luchas diarias. Al hacerlo, encontramos paz, fortaleza y renovación en Su presencia. Que este versículo sea un recordatorio constante de la importancia de buscar a Dios en todas las circunstancias de nuestra vida.
Que la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guarde vuestros corazones y vuestras mentes en Cristo Jesús (Filipenses 4:7).
Salmos 46:10 – «Estad quietos, y conoced que yo soy Dios; seré exaltado entre las naciones; enaltecido seré en la tierra.»
Amén.