El Salmo 138:8 es un hermoso versículo que nos recuerda la fidelidad y el amor infinito de nuestro Dios. En este pasaje, el salmista David declara: “Jehová cumplirá su propósito en mí; Tu misericordia, oh Jehová, es para siempre; No desampares la obra de tus manos.” (Salmo 138:8, RV).
Este versículo nos invita a reflexionar sobre la confianza que debemos tener en nuestro Creador. Cuando reconocemos que Dios tiene un propósito para nuestra vida, podemos descansar en Su fidelidad y en Su amor eterno. A pesar de las dificultades y los desafíos que podamos enfrentar, podemos tener la seguridad de que Dios cumplirá Su propósito en nosotros.
Es importante destacar que este versículo también nos habla de la misericordia de Dios. La misericordia es un atributo divino que nos muestra el amor inmerecido que Dios nos tiene. A pesar de nuestros errores y fallas, Dios nos perdona y nos muestra Su gracia. Su misericordia no tiene fin y se extiende a lo largo de nuestra vida.
Cuando entendemos que la misericordia de Dios es para siempre, podemos encontrar consuelo y esperanza en medio de las pruebas. Sabemos que aunque podamos fallar, Dios nunca nos abandonará. Él es fiel y está comprometido con nosotros hasta el final. Podemos confiar en Su amor y en Su fidelidad para guiarnos y fortalecernos en todo momento.
El salmista también nos insta a no desamparar la obra de las manos de Dios. Esto nos recuerda que somos creación divina, diseñados con un propósito específico. Dios ha invertido tiempo y esfuerzo en formarnos y moldearnos a Su imagen. No debemos desviar nuestros caminos ni alejarnos de Su plan para nuestras vidas.
Es fácil perder de vista el propósito de Dios cuando enfrentamos desafíos y dificultades. Sin embargo, este versículo nos anima a recordar que Dios no abandonará la obra que ha comenzado en nosotros. Podemos confiar en que Él nos guiará y nos dará la fuerza para cumplir Su propósito en nuestra vida.
En momentos de incertidumbre, podemos aferrarnos a la promesa de este versículo. Dios es fiel y cumplirá lo que ha prometido. Podemos encontrar consuelo en Su amor eterno y confiar en que Él está obrando en nosotros para Su gloria.
Salmo 138:8 es un recordatorio para todos nosotros de que no estamos solos en este viaje de fe. Dios está con nosotros en cada paso del camino, y Él tiene un propósito y un plan para nuestras vidas. No importa cuán difíciles sean las circunstancias que enfrentemos, podemos confiar en la fidelidad y la misericordia de Dios.
En conclusión, Salmo 138:8 nos alienta a confiar en la fidelidad de Dios y en Su amor eterno. Él cumplirá Su propósito en nosotros y Su misericordia es para siempre. No debemos desamparar la obra de Sus manos y recordar que somos creación divina con un propósito específico. Confía en Dios en todo momento y Él te guiará y fortalecerá. Descansa en Su amor y en Su fidelidad, y permite que Él cumpla Su propósito en tu vida.
Salmo 138:8 – “Jehová cumplirá su propósito en mí; Tu misericordia, oh Jehová, es para siempre; No desampares la obra de tus manos.”
Salmo 138:8 – “Jehová cumplirá su propósito en mí; Tu misericordia, oh Jehová, es para siempre; No desampares la obra de tus manos.”
Salmo 138:8 – “Jehová cumplirá su propósito en mí; Tu misericordia, oh Jehová, es para siempre; No desampares la obra de tus manos.”