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Descubre el poder del Salmo 66:18 para recibir bendiciones divinas


Salmo 66:18 – «Si en mi corazón hubiera yo mirado a la iniquidad, el Señor no me habría escuchado.»

El Salmo 66:18 es un versículo poderoso que nos habla sobre la importancia de mantener un corazón puro y libre de iniquidad para poder tener una relación cercana con Dios. En este Salmo, el salmista nos enseña que si permitimos que la iniquidad habite en nuestro corazón, esto puede obstaculizar nuestra comunicación con el Señor.

La iniquidad se refiere a la maldad, al pecado y a todo aquello que nos aleja de la voluntad de Dios. Es importante entender que Dios es santo y justo, y no puede tolerar el pecado en su presencia. Por lo tanto, si en nuestro corazón albergamos pensamientos, actitudes o acciones pecaminosas, esto afectará nuestra relación con Él.

El versículo nos muestra que si miramos a la iniquidad en nuestro corazón, es decir, si la aceptamos y la justificamos, el Señor no nos escuchará. Esto significa que nuestras oraciones pueden no ser respondidas y que nuestra comunicación con Dios se verá interrumpida. Sin embargo, si reconocemos nuestros pecados, nos arrepentimos y buscamos la reconciliación con Dios, Él nos escuchará y restaurará nuestra relación con Él.

Es importante entender que Dios no nos rechaza por nuestros pecados, sino que nos invita a acercarnos a Él en humildad y arrepentimiento. Él desea perdonarnos y restaurar nuestra relación con Él. En el libro de Isaías 1:18, leemos: «Venid ahora, y razonemos dice Jehová. Si vuestros pecados fueren como la grana, como la nieve serán emblanquecidos; si fueren rojos como el carmesí, vendrán a ser como blanca lana.» Dios está dispuesto a perdonarnos y limpiarnos de todo pecado, si tan solo nos acercamos a Él con un corazón sincero y humilde.

El Salmo 66:18 nos recuerda que nuestra relación con Dios es un asunto serio y que debemos tomar en cuenta la condición de nuestro corazón. Debemos examinarnos a nosotros mismos y estar dispuestos a reconocer y arrepentirnos de nuestras iniquidades. No podemos esperar una respuesta de Dios si estamos viviendo en desobediencia y pecado.

Pero no todo es negativo en este versículo, pues también nos muestra la promesa de que si nos apartamos de la iniquidad y vivimos en obediencia a Dios, Él nos escuchará. Si buscamos una relación verdadera y profunda con el Señor, debemos mantener nuestros corazones limpios y en constante renovación espiritual.

Por lo tanto, es fundamental que busquemos a Dios en oración, meditemos en su Palabra y permitamos que el Espíritu Santo nos guíe hacia una vida de santidad y obediencia. Debemos clamar al Señor para que nos ayude a apartarnos de la iniquidad y a vivir conforme a su voluntad.

En conclusión, el Salmo 66:18 nos enseña que la iniquidad en nuestro corazón puede obstaculizar nuestra comunicación con Dios. Debemos ser conscientes de la importancia de mantener un corazón puro y libre de pecado para tener una relación cercana con Él. Si nos acercamos a Dios con un corazón sincero y humilde, Él nos escuchará y nos restaurará. Recordemos siempre este versículo y busquemos vivir en obediencia a Dios, para disfrutar de una relación íntima y poderosa con nuestro Padre celestial.

Salmo 66:18 – «Si en mi corazón hubiera yo mirado a la iniquidad, el Señor no me habría escuchado.»

¡Que este versículo sea una guía constante en nuestras vidas, recordándonos siempre la importancia de mantener nuestros corazones puros y libres de iniquidad!