Salmo 89:14 – «Justicia y juicio son el cimiento de tu trono; misericordia y verdad van delante de tu rostro.»
Queridos hermanos y hermanas en Cristo, hoy quiero hablarles acerca del poderoso mensaje que encontramos en el Salmo 89:14. Este versículo nos revela cuatro pilares fundamentales que sostienen el trono de nuestro amado Señor: justicia, juicio, misericordia y verdad.
La justicia es un atributo infalible de nuestro Dios. Él es el Juez supremo que evalúa y juzga todas nuestras acciones. Su justicia es perfecta y no puede ser corrompida. Cuando se establece la justicia, se hace justicia a los oprimidos, se defiende a los inocentes y se castiga al malvado. Nuestro Dios es un Dios justo y su justicia prevalece sobre todas las cosas.
El juicio de Dios es también un aspecto esencial de su trono. Él es el único que tiene el poder de discernir entre el bien y el mal, y de pronunciar juicio sobre nuestras vidas. Su juicio es justo y equitativo, y no hay lugar para la parcialidad en su corte celestial. Aunque a veces puede parecer que la maldad prevalece en este mundo, debemos recordar que el juicio de Dios no tarda y su justicia siempre triunfa.
La misericordia es otro pilar crucial que encontramos en el trono de nuestro Señor. A pesar de nuestra condición pecadora, Dios nos muestra su misericordia inmerecida. Él nos perdona y nos da una oportunidad para arrepentirnos y cambiar nuestras vidas. Su misericordia no tiene límites y siempre está dispuesto a perdonar y restaurar a aquellos que se acercan a él con humildad y contrición.
La verdad es la cuarta columna que sostiene el trono de nuestro Dios. Él es el Dios de la verdad y no puede mentir. Su Palabra es la máxima expresión de la verdad divina y nos guía en nuestro caminar diario. La verdad de Dios es un faro en medio de la oscuridad, nos libera de la esclavitud del pecado y nos conduce hacia la vida eterna en Cristo Jesús.
Queridos hermanos y hermanas, al reflexionar sobre estos pilares que sostienen el trono de nuestro amado Señor, podemos encontrar consuelo y esperanza en medio de las pruebas y dificultades de la vida. Aunque las circunstancias puedan parecer adversas, podemos confiar en que la justicia de Dios prevalecerá, su juicio será justo, su misericordia será abundante y su verdad nos guiará en el camino hacia la vida eterna.
En momentos de incertidumbre, podemos aferrarnos a la promesa de Salmo 89:14 que nos asegura que la justicia y el juicio son el cimiento del trono de nuestro Dios. Podemos orar con confianza, sabiendo que su justicia se manifestará en su tiempo perfecto. Podemos buscar su misericordia, sabiendo que él está dispuesto a perdonar y restaurar. Podemos aferrarnos a su verdad, sabiendo que su Palabra nos guiará y nos dará dirección en cada paso que demos.
Hermanos y hermanas, mantengamos siempre presente el mensaje poderoso de Salmo 89:14 en nuestras vidas. Que nunca olvidemos que la justicia, el juicio, la misericordia y la verdad son los pilares que sostienen el trono de nuestro amado Señor. Busquemos vivir en conformidad con estos principios divinos, para que podamos experimentar la plenitud de la bendición y la paz que provienen de su presencia.
Que la justicia y el juicio de Dios siempre sean nuestros guías, que su misericordia y verdad nos precedan en cada paso que demos. Que nunca olvidemos la grandeza de nuestro Dios y la fidelidad de sus promesas. Que Salmo 89:14 sea una constante recordación de la maravillosa naturaleza de nuestro Señor.
En el nombre de Jesús, Amén.
Salmo 89:14 – «Justicia y juicio son el cimiento de tu trono; misericordia y verdad van delante de tu rostro.»