¡Alaben a Dios en todo momento! ¡Exalten su nombre con alegría y gratitud! Hoy, queridos hermanos y hermanas, quiero compartir con ustedes las poderosas palabras del Salmo 34 Nvi. Este salmo nos habla de la bondad y la fidelidad de nuestro amado Señor. A través de este salmo, encontramos consuelo, esperanza y fortaleza en medio de las pruebas y tribulaciones de la vida.
En el versículo 1 del Salmo 34 Nvi, el salmista proclama: “Bendeciré al Señor en todo tiempo; su alabanza estará siempre en mi boca”. Estas palabras nos recuerdan la importancia de darle gracias a Dios en todo momento, sin importar las circunstancias que enfrentemos. Cuando alabamos a Dios, nuestra perspectiva cambia y encontramos paz en medio de las tormentas. La alabanza nos conecta con la presencia de Dios y nos llena de gozo.
A lo largo del Salmo 34 Nvi, el salmista nos anima a buscar al Señor en nuestras dificultades. Él declara: “Clamé al Señor en mi angustia, y él me respondió; me libró de todas mis preocupaciones” (Salmo 34:4). Estas palabras nos recuerdan que no estamos solos en nuestras luchas. Dios está siempre dispuesto a escuchar nuestras oraciones y a extendernos su mano de ayuda. No importa cuán grande o pequeña sea nuestra preocupación, Dios está allí para liberarnos y cuidar de nosotros.
En el versículo 8 del Salmo 34 Nvi, el salmista nos invita diciendo: “¡Gusten y vean que el Señor es bueno! Dichoso el hombre que se refugia en él”. Esta invitación nos anima a experimentar personalmente la bondad y la fidelidad de Dios. Cuando buscamos refugio en Él, encontramos consuelo y protección. Nuestro Padre celestial nos rodea con su amor incondicional y nos sustenta en tiempos de dificultad. En la presencia de Dios, encontramos paz y seguridad.
Además, el Salmo 34 Nvi nos enseña la importancia de la humildad y el temor del Señor. El salmista nos dice: “El ángel del Señor acampa alrededor de los que le temen; a su lado está para librarlos” (Salmo 34:7). Cuando reconocemos nuestra dependencia de Dios y le tememos, Él nos protege y nos guía. El temor del Señor no implica miedo, sino un profundo respeto y reverencia hacia nuestro Creador. Al humillarnos ante Él, encontramos fuerza y sabiduría para enfrentar cualquier situación.
Queridos hermanos y hermanas, el Salmo 34 Nvi es un recordatorio poderoso de que Dios está siempre presente en nuestras vidas. Él nos cuida, nos escucha y nos libra de nuestras angustias. Nos invita a experimentar su bondad y fidelidad a través de la alabanza, la oración y el temor del Señor. No importa cuán oscuro sea nuestro camino, Dios es nuestra luz y nuestro refugio.
Así que hoy los exhorto a tomar estas palabras del Salmo 34 Nvi y aplicarlas a sus vidas. Alaben a Dios en todo momento, busquen su presencia en oración y teman al Señor con humildad. Encontrarán consuelo, esperanza y fortaleza en medio de las pruebas. Dios nunca los abandonará, y su amor les sostendrá en cada paso que den.
Que el Salmo 34 Nvi sea una fuente de inspiración y aliento en sus vidas. Que sus palabras resuenen en sus corazones y les recuerden que Dios está con ustedes en todo momento. ¡Alaben al Señor, porque Él es bueno y su misericordia es eterna!
Salmo 34 Nvi
1 Bendeciré al Señor en todo tiempo;
su alabanza estará siempre en mi boca.
2 En el Señor mi alma se gloría;
lo oirán los humildes y se alegrarán.
3 Engrandeced conmigo al Señor,
y exaltemos a una su nombre.
4 Busqué al Señor, y él me respondió,
y me libró de todos mis temores.
5 Los que miraron a él fueron alumbrados,
y sus rostros no fueron avergonzados.
6 Este pobre clamó, y le oyó el Señor,
y lo libró de todas sus angustias.
7 El ángel del Señor acampa alrededor de los que le temen,
y los defiende.
8 Gustad, y ved que es bueno Jehová;
dichoso el hombre que confía en él.