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La Silla de los Escarnecedores: Una lección sobre la bondad y la paciencia

¡Queridos hermanos y hermanas en Cristo! Hoy quiero hablarles sobre una lección que podemos aprender de la historia de la Silla de los Escarnecedores. Esta silla, mencionada en la Biblia, nos enseña importantes lecciones sobre la bondad y la paciencia.

En el libro de los Proverbios, capítulo 9, versículo 7, encontramos estas palabras: “El que corrige al escarnecedor se acarrea afrenta a sí mismo; y el que reprende al impío, se mancha.” Esta advertencia nos muestra la importancia de ser cuidadosos al confrontar a aquellos que se burlan y ridiculizan a los demás. A menudo, cuando nos encontramos con personas que se dedican a la burla y a la maldad, nuestra primera reacción puede ser la de querer responder con la misma moneda. Sin embargo, la Silla de los Escarnecedores nos enseña a actuar de manera diferente.

La Silla de los Escarnecedores era un lugar especial en el antiguo Israel donde se sentaban aquellos que se dedicaban a la burla y al desprecio. Era un castigo público para aquellos que habían lastimado a otros con sus palabras y acciones. Sin embargo, la lección más importante que podemos aprender de esta silla no es solo sobre el castigo, sino sobre cómo responder a la maldad con bondad y paciencia.

En el libro de los Salmos, capítulo 1, versículo 1, leemos: “Bienaventurado el varón que no anduvo en consejo de malos, ni estuvo en camino de pecadores, ni en silla de escarnecedores se ha sentado.” Aquí vemos que aquellos que evitan sentarse en la Silla de los Escarnecedores son considerados bienaventurados. Esto nos muestra que debemos evitar involucrarnos en la maldad y buscar siempre la bondad y la paz.

La Silla de los Escarnecedores también nos enseña sobre la importancia de la paciencia y la misericordia. En el libro de los Proverbios, capítulo 14, versículo 21, leemos: “El que escarnece al pobre, afrenta a su Hacedor; y el que se alegra de la calamidad no quedará sin castigo.” Esta advertencia nos muestra que debemos ser compasivos y misericordiosos con aquellos que están pasando por momentos difíciles. En lugar de burlarnos de ellos, debemos tenderles una mano amiga y mostrarles el amor de Cristo.

Hermanos y hermanas, vivimos en un mundo donde la burla y la maldad están presentes a nuestro alrededor. Sin embargo, como hijos e hijas de Dios, debemos resistir la tentación de involucrarnos en este comportamiento. En lugar de eso, debemos recordar la lección de la Silla de los Escarnecedores y buscar la bondad y la paciencia en todas nuestras interacciones.

Recordemos las palabras de Jesús en el libro de Lucas, capítulo 6, versículo 27-28: “Pero a vosotros los que oís, os digo: Amad a vuestros enemigos, haced bien a los que os aborrecen; bendecid a los que os maldicen, y orad por los que os calumnian.” Estas palabras de nuestro Salvador nos muestran que nuestra respuesta a la maldad debe ser siempre la del amor y la bondad.

En conclusión, queridos hermanos y hermanas, la historia de la Silla de los Escarnecedores nos enseña importantes lecciones sobre la bondad y la paciencia. Debemos evitar involucrarnos en la maldad y buscar siempre la paz. Recordemos que somos llamados a amar incluso a nuestros enemigos y a responder a la maldad con misericordia y compasión. Sigamos el ejemplo de Cristo y evitemos sentarnos en la Silla de los Escarnecedores en todas nuestras interacciones diarias.

Que el Señor nos conceda la sabiduría y la fortaleza para vivir de acuerdo con estas lecciones y ser luces en medio de la oscuridad. ¡Que Dios les bendiga abundantemente, mis amados hermanos y hermanas en Cristo!

Silla De Escarnecedores.