Textos Espurios De La Biblia
¡Saludos, hermanos y hermanas en Cristo! Hoy nos reunimos para hablar sobre un tema importante que afecta nuestra fe y comprensión de la Palabra de Dios: los Textos Espurios de la Biblia. Estas palabras, aunque aparentan ser parte de las Sagradas Escrituras, no fueron originalmente incluidas en el canon bíblico y, por lo tanto, no deben ser consideradas como autoridad divina.
Es fundamental entender que la Biblia, en su forma original, fue inspirada por Dios y es nuestra guía infalible para la vida y la salvación. Sin embargo, a lo largo de los siglos, algunos escritos han sido añadidos o alterados, lo que ha dado lugar a la existencia de estos Textos Espurios. Estas adiciones han surgido de diferentes motivaciones, como la interpretación errónea, la intención de manipular la enseñanza de la Palabra o incluso la mera invención humana.
Como ministros de la Palabra de Dios, es nuestro deber advertir sobre la existencia de estos Textos Espurios, ya que pueden llevar a confusión y desviar a los creyentes del camino correcto. Es importante estudiar y conocer la historia de la Biblia para discernir qué textos son auténticos y cuáles no lo son. Recordemos siempre que la Biblia es la revelación divina y no debemos añadir ni quitar nada de ella.
Nuestro Señor Jesucristo nos advirtió en Apocalipsis 22:18-19: «Yo testifico a todo aquel que oye las palabras de la profecía de este libro: Si alguno añadiere a estas cosas, Dios traerá sobre él las plagas que están escritas en este libro. Y si alguno quitare de las palabras del libro de esta profecía, Dios quitará su parte del libro de la vida, y de la santa ciudad y de las cosas que están escritas en este libro». Estas palabras nos muestran la importancia de mantener la integridad de la Palabra de Dios y no añadir ni quitar nada de ella.
Es lamentable que existan Textos Espurios de la Biblia, pero debemos estar alerta y refugiarnos en el discernimiento y la sabiduría del Espíritu Santo para evitar ser engañados. Estos textos pueden presentarse bajo diferentes nombres, como «Apócrifos», «Pseudopigrafía» o «Textos Deuterocanónicos». Es esencial conocer y diferenciar entre los libros considerados canónicos, es decir, aquellos que son aceptados como divinamente inspirados y parte de la Biblia, y aquellos que no lo son.
La Iglesia primitiva, guiada por el Espíritu Santo, fue cuidadosa al seleccionar los libros que conformarían el canon bíblico. Estos libros fueron aceptados por su autenticidad, coherencia doctrinal y testimonio del plan redentor de Dios para la humanidad. Los Textos Espurios, por otro lado, no cumplen con estos criterios y, por lo tanto, no deben ser considerados como parte de la revelación divina.
En conclusión, hermanos y hermanas, debemos estar vigilantes y estudiar diligentemente la Palabra de Dios para discernir entre los Textos Espurios y los verdaderos. Nuestra fe se basa en la verdad divina y no en invenciones humanas. Recordemos siempre que la Biblia, en su forma original y sin alteraciones, es nuestra guía segura y confiable para conocer a Dios y vivir una vida en conformidad con su voluntad.
Nunca olvidemos la advertencia de nuestro Señor en Mateo 24:24: «Porque se levantarán falsos Cristos, y falsos profetas, y harán grandes señales y prodigios, de tal manera que engañarán, si fuere posible, aun a los escogidos». Estemos firmes en la fe, arraigados en la verdad de la Palabra de Dios y guiados por el Espíritu Santo para evitar ser engañados por los Textos Espurios.
Que la gracia y la sabiduría de Dios nos acompañen siempre en nuestro camino de fe. Amén.
Textos Espurios De La Biblia