Cita Bíblica: Dios Ama al Pecador pero Aborrece el Pecado
Queridos hermanos y hermanas en Cristo,
Hoy me dirijo a ustedes para recordarles una verdad fundamental de nuestra fe: Dios ama al pecador pero aborrece el pecado. Esta cita bíblica es un recordatorio poderoso de la gracia y misericordia de nuestro Señor.
La Biblia, en el libro de Proverbios 6:16-19 nos dice: “Seis cosas aborrece Jehová, y aun siete abomina su alma: los ojos altivos, la lengua mentirosa, las manos derramadoras de sangre inocente, el corazón que maquina pensamientos inicuos, los pies presurosos para correr al mal, el testigo falso que habla mentiras, y el que siembra discordia entre hermanos”.
Estas palabras nos recuerdan que Dios no tolera el pecado y sus consecuencias destructivas en nuestras vidas. Sin embargo, la misma Biblia nos muestra una verdad aún más poderosa: el amor incondicional de Dios hacia nosotros, pecadores.
En Juan 3:16 leemos: “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna”. Esta es una verdad que nos llena de esperanza y nos muestra la magnitud del amor de Dios por cada uno de nosotros.
Dios no nos ama por nuestras obras o méritos, sino porque somos sus creaciones y somos preciosos a sus ojos. Aunque somos pecadores, Él nos ama y desea tener una relación íntima con nosotros. Su amor es tan grande que envió a su Hijo Jesús a morir en la cruz para perdonar nuestros pecados y reconciliarnos con Él.
Es importante comprender que Dios no aprueba ni justifica nuestro pecado. Su amor inmenso no significa que podemos vivir en la complacencia del pecado. Pero a través de su amor y gracia, tenemos la oportunidad de arrepentirnos y cambiar nuestros caminos.
El apóstol Pablo nos exhorta en Romanos 6:1-2: “¿Qué, pues, diremos? ¿Perseveraremos en el pecado para que la gracia abunde? En ninguna manera. Porque los que hemos muerto al pecado, ¿cómo viviremos aún en él?”.
Como hijos de Dios, tenemos la responsabilidad de vivir vidas santas y apartadas del pecado. Esto implica reconocer nuestros errores, arrepentirnos sinceramente y buscar la transformación que solo Dios puede llevar a cabo en nosotros.
No debemos caer en la trampa de creer que el amor de Dios nos da licencia para pecar. Por el contrario, su amor nos capacita para vencer el pecado y vivir una vida que honra a Dios. Él nos da su Espíritu Santo para guiarnos, fortalecernos y capacitarnos para resistir la tentación.
Recordemos siempre que Dios es el juez justo y el amante padre. Él nos ama tanto que envió a su Hijo para salvarnos del pecado y la muerte. La cita bíblica “Dios ama al pecador pero aborrece el pecado” nos enseña que aunque somos pecadores, Dios nos ofrece su perdón y su gracia.
A medida que vivimos nuestras vidas en obediencia a su Palabra y buscamos su voluntad, experimentaremos el amor y la paz que solo Él puede brindar. No importa cuán grandes sean nuestros pecados, Dios siempre está dispuesto a perdonarnos y restaurarnos.
Hermanos y hermanas, recordemos esta verdad esencial: Dios ama al pecador pero aborrece el pecado. Que esta cita bíblica sea un recordatorio constante de la gracia y misericordia de nuestro Señor en nuestras vidas.
Que podamos vivir vidas que reflejen su amor y honren su nombre. Que podamos ser testigos del amor incondicional de Dios hacia aquellos que aún no lo conocen. Y que, a través de nuestras vidas transformadas, podamos glorificar a Dios y llevar esperanza a un mundo necesitado.
“Cita Bíblica: Dios Ama al Pecador pero Aborrece el Pecado”.
Que Dios los bendiga ricamente. Amén.