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Dios atiende con amor: ¡Escucha cada versículo!


Dios Inclina Su Oído Para Escuchar Versículo

¡Bendiciones a todos mis amados hermanos y hermanas en Cristo! Hoy quiero compartir con ustedes una verdad poderosa que se encuentra en la Palabra de Dios. En el libro de Salmos, capítulo 116, versículo 2, encontramos estas hermosas palabras: «Porque él ha inclinado su oído hacia mí; por tanto, le invocaré en todos mis días».

Dios nos ama de una manera tan profunda y personal que está dispuesto a inclinar Su oído para escucharnos. No importa cuál sea nuestra situación o necesidad, Dios siempre está atento a nuestras oraciones y clamores. Él nunca se cansa de escucharnos, ni se distrae con otros asuntos más importantes. Para Él, cada uno de nosotros es especial y significativo.

Cuando leemos este versículo, podemos experimentar una gran paz y consuelo. Saber que el Creador del universo está interesado en escuchar nuestras voces es algo asombroso. No importa cuán insignificantes nos sintamos o cuán pequeños parezcan nuestros problemas, Dios está ahí para escucharnos y responder nuestras oraciones.

A lo largo de la Biblia, encontramos muchos ejemplos de cómo Dios ha inclinado Su oído para escuchar a Su pueblo. En el libro de Éxodo, capítulo 2, versículo 24, leemos: «Y oyó Dios el gemido de ellos, y recordó Dios su pacto con Abraham, Isaac y Jacob». Dios escuchó el clamor del pueblo de Israel en Egipto y les liberó de la esclavitud.

En el libro de 1 Samuel, capítulo 1, encontramos la historia de Ana, una mujer estéril que anhelaba tener un hijo. En medio de su angustia, ella clamó al Señor y Él inclinó Su oído para escucharla. Dios respondió sus oraciones y le dio un hijo, quien se convirtió en uno de los grandes profetas de Israel, Samuel.

No importa cuál sea nuestra situación actual, Dios sigue siendo el mismo y está dispuesto a escucharnos. Tal vez estemos enfrentando dificultades financieras, problemas de salud, conflictos en nuestras relaciones o simplemente sintiéndonos perdidos y confundidos. En esos momentos, podemos confiar en que Dios inclina Su oído para escucharnos y responder a nuestras peticiones.

Incluso cuando no tenemos las palabras adecuadas para expresar nuestras necesidades, el Espíritu Santo intercede por nosotros con gemidos indecibles. Romanos 8:26 nos dice: «Y de igual manera, el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad; pues qué hemos de pedir como conviene, no lo sabemos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles». Dios conoce nuestros corazones y nuestras intenciones, y está dispuesto a escuchar incluso nuestras oraciones más incoherentes.

Hermanos y hermanas, les animo a que confíen en la promesa de Dios de que inclina Su oído para escuchar. No importa cuál sea la situación en la que nos encontremos, podemos acudir a Él en oración y confiar en que Él nos escucha. Dios nos ama y siempre está dispuesto a responder nuestras peticiones de acuerdo a Su perfecta voluntad.

En conclusión, recordemos siempre el poderoso versículo en el libro de Salmos 116:2: «Porque él ha inclinado su oído hacia mí; por tanto, le invocaré en todos mis días». Dios nos escucha y nos responde. No tengamos miedo de acercarnos a Él en oración, porque Él está esperando con ansias escuchar nuestras voces. Que esta verdad nos inspire a buscar a Dios en todo momento y confiar en Su fidelidad.

Dios Inclina Su Oído Para Escuchar Versículo.

¡Amén y amén!