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Efesios 6:1-4: Educar con amor y disciplina divina


Cita Bíblica: Efesios 6:1-4

Amados hermanos y hermanas en Cristo, hoy quiero compartir con ustedes un pasaje bíblico que nos enseña acerca de la importancia de la relación entre padres e hijos. En Efesios 6:1-4, el apóstol Pablo nos exhorta a vivir de acuerdo con los principios divinos en nuestra vida familiar. Permítanme leer este pasaje antes de continuar:

«Hijos, obedeced en el Señor a vuestros padres, porque esto es justo. Honra a tu padre y a tu madre, que es el primer mandamiento con promesa; para que te vaya bien, y seas de larga vida sobre la tierra. Y vosotros, padres, no provoquéis a ira a vuestros hijos, sino criadlos en disciplina y amonestación del Señor.»

Estas palabras de sabiduría nos recuerdan la importancia de la obediencia y el respeto hacia nuestros padres. Desde una temprana edad, Dios nos llama a honrar a nuestros padres, reconociendo su autoridad y sabiduría. La obediencia no solo es un deber, sino que también trae bendiciones a nuestras vidas.

Cuando honramos a nuestros padres, estamos siguiendo el mandamiento que Dios nos ha dado. Es un acto de obediencia hacia Él mismo. Además, este mandamiento viene acompañado de una promesa: «para que te vaya bien, y seas de larga vida sobre la tierra». Dios promete bendecirnos y prolongar nuestros días si vivimos en obediencia a este mandamiento.

Pero la responsabilidad no recae únicamente en los hijos. El apóstol Pablo también se dirige a los padres, llamándolos a criar a sus hijos en disciplina y amonestación del Señor. Esto implica que los padres deben enseñar a sus hijos los caminos de Dios, guiándolos en la fe y educándolos en la verdad de Su Palabra.

Criar a los hijos en disciplina implica establecer límites y normas que promuevan su crecimiento y desarrollo saludable. La disciplina no es sinónimo de castigo, sino de enseñanza y corrección amorosa. Es necesario corregir y guiar a nuestros hijos, pero siempre desde el amor y la paciencia, evitando la ira y la frustración.

La amonestación del Señor implica que la enseñanza que brindamos a nuestros hijos debe estar basada en los principios y valores de la Palabra de Dios. No solo debemos enseñarles sobre la fe, sino también modelarla con nuestro ejemplo diario. Nuestros hijos aprenden más de lo que ven en nuestras vidas que de lo que escuchan de nuestros labios.

Estimados hermanos y hermanas, la relación entre padres e hijos es sagrada y debe ser cultivada con amor y respeto. Dios ha establecido este vínculo familiar para nuestro bienestar y crecimiento espiritual. No dejemos que las distracciones del mundo nos aparten de nuestro deber como padres ni nos impidan honrar a nuestros padres.

Recordemos siempre la promesa que Dios ha hecho a aquellos que honran a sus padres: «para que te vaya bien, y seas de larga vida sobre la tierra». No se trata solo de una promesa terrenal, sino también de una promesa espiritual. Al honrar a nuestros padres, estamos abriendo las puertas para recibir las bendiciones de Dios y experimentar Su amor y cuidado en nuestras vidas.

Oremos para que Dios nos ayude a vivir de acuerdo con Su Palabra en nuestra vida familiar. Que seamos padres amorosos y sabios, guiando a nuestros hijos en el camino de la verdad. Y que seamos hijos obedientes y respetuosos, honrando a nuestros padres como un acto de obediencia hacia Dios.

Que la enseñanza de Efesios 6:1-4 permanezca en nuestros corazones y en nuestras acciones diarias. Que Dios nos fortalezca y nos guíe en esta hermosa tarea de criar a nuestros hijos según Su voluntad. Amén.

Cita Bíblica: Efesios 6:1-4