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El anuncio divino: Cita Bíblica Lucas 1:26-38 revela el mensaje celestial


¡Saludos, amados hermanos y hermanas en Cristo!

Hoy quiero compartir con ustedes una cita bíblica que nos llena de esperanza y nos muestra el inmenso amor y propósito que Dios tiene para nuestras vidas. La cita bíblica es Lucas 1:26-38, y nos relata el momento en el que el ángel Gabriel visita a la virgen María para anunciarle que será la madre del Salvador.

Imaginemos el asombro y la sorpresa de María al recibir esta noticia. Ella era una joven humilde, una sierva del Señor, y sin embargo, Dios la eligió para llevar en su vientre al Hijo de Dios. Esta es una lección poderosa para todos nosotros. Dios no busca a los poderosos ni a los famosos, Él elige a aquellos que están dispuestos a humillarse delante de Él y a obedecer Su voluntad.

En el versículo 28, el ángel Gabriel saluda a María diciendo: “¡Salve, muy favorecida! El Señor es contigo; bendita eres entre las mujeres.” Estas palabras son un recordatorio de que Dios nos ve y nos conoce individualmente. Él nos considera valiosos y nos llena de gracia. No importa cuál sea nuestra situación o de dónde vengamos, Dios nos llama y nos bendice.

El pasaje continúa con las palabras del ángel Gabriel: “No temas, María; porque has hallado gracia delante de Dios. Y ahora, concebirás en tu vientre, y darás a luz un hijo, y llamarás su nombre Jesús. Este será grande, y será llamado Hijo del Altísimo; y el Señor Dios le dará el trono de David su padre; y reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin” (Lucas 1:30-33). Estas palabras son una promesa y un recordatorio de que Jesús es el Rey eterno, el cumplimiento de las profecías y la esperanza de todo el pueblo de Dios.

La respuesta de María es un ejemplo de fe y humildad. A pesar de las dudas y preguntas que pudieron haber surgido en su mente, ella confía plenamente en Dios y responde: “He aquí la sierva del Señor; hágase conmigo conforme a tu palabra” (Lucas 1:38). María sujeta su vida a la voluntad de Dios, sin importar los desafíos que pueda enfrentar. Esta es una lección valiosa para todos nosotros. A veces, la voluntad de Dios puede parecer difícil o incierta, pero si confiamos en su plan y nos sometemos a su voluntad, podemos experimentar su poder y gracia en nuestras vidas.

Queridos hermanos y hermanas, al reflexionar sobre esta cita bíblica, recordemos que Dios tiene un propósito especial para cada uno de nosotros. Podemos no entender completamente su plan en el momento, pero podemos confiar en que Él está trabajando en nosotros y a través de nosotros para cumplir su propósito eterno.

En esta temporada navideña, recordemos el asombroso regalo que Dios nos dio a través de María: su Hijo Jesús, nuestro Salvador. Celebremos su nacimiento con gratitud y adoración, y permitamos que su amor y gracia transformen nuestras vidas.

Que esta cita bíblica, Lucas 1:26-38, nos inspire a ser siervos fieles y valientes, dispuestos a obedecer la voluntad de Dios en todas las circunstancias. Recordemos siempre que Dios nos ha favorecido y nos ha llamado a una vida de propósito y significado. Confíemos en su gracia y permitamos que su Espíritu Santo nos guíe en cada paso del camino.

Que el amor de Dios nos envuelva y nos fortalezca, y que podamos vivir nuestras vidas de acuerdo con su palabra y voluntad. ¡Amén!

Lucas 1:26-38 (RVR1960):
“26 Al sexto mes el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, 27 a una virgen desposada con un varón que se llamaba José, de la casa de David; y el nombre de la virgen era María. 28 Y entrando el ángel en donde ella estaba, dijo: ¡Salve, muy favorecida! El Señor es contigo; bendita tú entre las mujeres. 29 Mas ella, cuando le vio, se turbó por sus palabras, y pensaba qué salutación sería esta. 30 Entonces el ángel le dijo: María, no temas, porque has hallado gracia delante de Dios. 31 Y ahora, concebirás en tu vientre, y darás a luz un hijo, y llamarás su nombre JESÚS. 32 Este será grande, y será llamado Hijo del Altísimo; y el Señor Dios le dará el trono de David su padre; 33 y reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin. 34 Entonces María dijo al ángel: ¿Cómo será esto? pues no conozco varón. 35 Respondiendo el ángel, le dijo: El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por lo cual también el Santo Ser que nacerá, será llamado Hijo de Dios. 36 Y he aquí tu parienta Elisabet, ella también ha concebido hijo en su vejez; y este es el sexto mes para ella, la que llamaban estéril; 37 porque nada hay imposible para Dios. 38 Entonces María dijo: He aquí la sierva del Señor; hágase conmigo conforme a tu palabra. Y el ángel se fue de su presencia.”