Texto Bíblico: “El gozo del Señor es mi fortaleza” (Nehemías 8:10)
Queridos hermanos y hermanas en Cristo,
Hoy quiero hablarles acerca de un texto bíblico que nos llena de gozo y fortaleza: “El gozo del Señor es mi fortaleza”. Esta poderosa declaración se encuentra en el libro de Nehemías, capítulo 8, versículo 10.
En este pasaje, el pueblo de Israel había regresado del exilio y estaba reconstruyendo los muros de Jerusalén. Nehemías, el gobernador, y Esdras, el escriba, se reunieron con el pueblo para leer y explicar la Palabra de Dios. A medida que escuchaban la lectura de la Ley, el pueblo se dio cuenta de cuánto habían fallado en obedecer a Dios.
Sin embargo, en lugar de sentirse abrumados por su pecado y fracasos, Nehemías les recordó que el gozo del Señor sería su fortaleza. En medio de su arrepentimiento y restauración, Nehemías les instó a no llorar ni a entristecerse, sino a alegrarse en el Señor.
¿Qué significa esto para nosotros hoy? Significa que, a pesar de nuestras faltas y debilidades, podemos encontrar fortaleza y gozo en el Señor. No importa cuán grandes sean nuestros errores o cuán lejos hayamos caído, Dios está dispuesto a perdonarnos y restaurarnos.
El gozo del Señor no depende de nuestras circunstancias externas. No está condicionado por nuestra situación económica, nuestra salud o nuestras relaciones personales. Es un gozo profundo y duradero que se encuentra en la presencia de Dios y en su amor incondicional.
Cuando experimentamos el gozo del Señor, nuestras cargas se vuelven más livianas y nuestras preocupaciones se disipan. Su gozo nos fortalece para enfrentar los desafíos de la vida con valentía y esperanza. Nos da la seguridad de que no estamos solos, de que Dios está con nosotros en todo momento.
Entonces, ¿cómo podemos experimentar este gozo y fortaleza en nuestras vidas diarias? En primer lugar, debemos buscar a Dios en oración y meditación en su Palabra. Nehemías y Esdras leyeron la Ley de Dios ante el pueblo, y así encontraron la dirección y la promesa de Dios.
Debemos sumergirnos en la Palabra de Dios y permitir que sus verdades transformen nuestra mente y corazón. Cuando conocemos las promesas de Dios, podemos aferrarnos a ellas en medio de las dificultades y encontrar gozo en su fidelidad.
Además, debemos recordar que el gozo del Señor es un regalo, no una recompensa por nuestros esfuerzos o logros. No tenemos que esforzarnos para ganar el favor de Dios. Él nos ama incondicionalmente y nos ofrece su gozo como un regalo gratuito.
Finalmente, el gozo del Señor se manifiesta en nuestras vidas cuando compartimos su amor y gracia con los demás. Cuando mostramos bondad, amor y compasión a aquellos que nos rodean, estamos reflejando el gozo y la fortaleza que encontramos en Dios.
Queridos hermanos y hermanas, que este poderoso texto bíblico, “El gozo del Señor es mi fortaleza”, sea una afirmación constante en nuestras vidas. Que busquemos a Dios y nos deleitemos en su presencia, encontrando en Él la fortaleza y el gozo que necesitamos en cada momento.
Recuerden que el gozo del Señor no es temporal ni superficial. Es un gozo eterno y profundo que nos acompaña en todas las circunstancias de la vida. No importa lo que estemos enfrentando en este momento, podemos confiar en que el gozo del Señor nos fortalecerá y nos llevará adelante.
Que este gozo y fortaleza nos impulse a vivir vidas llenas de amor, esperanza y gratitud hacia nuestro Dios. Recordemos siempre que “El gozo del Señor es nuestra fortaleza”. Amén.
Texto Bíblico: “El gozo del Señor es mi fortaleza” (Nehemías 8:10)