Cita Bíblica: Mateo 1:18-25
H2 Heading: ¡El Nacimiento de Jesús, un Regalo Divino de Amor y Esperanza!
¡Bienvenidos, amados hermanos y hermanas en Cristo! Hoy, quiero compartir con ustedes una hermosa historia de amor y esperanza que se encuentra en la Biblia, específicamente en el libro de Mateo, capítulo 1, versículos 18 al 25. Esta historia nos muestra cómo Dios, en Su infinita misericordia y amor, envió a Su Hijo Jesús para ser el Salvador del mundo.
Imaginen por un momento la escena en Belén, hace más de dos mil años. José y María, una joven pareja comprometida, están a punto de enfrentar una situación inesperada. María, quien estaba esperando un hijo, quedó embarazada antes de consumar su matrimonio con José. Esta noticia les trajo confusión, preocupación y posiblemente un gran miedo. ¿Qué diría la gente? ¿Cómo podrían explicar esta situación?
Sin embargo, en medio de su incertidumbre, un ángel del Señor se les apareció a José en un sueño y le dijo: “No temas recibir a María, tu mujer, porque lo que en ella es engendrado, del Espíritu Santo es” (Mateo 1:20). El ángel reveló a José que el niño que María llevaba en su vientre era especial, era el Hijo de Dios, y que debían llamarlo Jesús, porque Él sería el Salvador de Su pueblo.
José, lleno de fe y obediencia, no dudó en hacer lo que el ángel le había mandado. A pesar de las dificultades y el posible rechazo de otros, José tomó a María como su esposa y aceptó a Jesús como su Hijo. En medio de la adversidad, José demostró amor incondicional y confianza en el plan de Dios.
Este pasaje bíblico nos enseña que a veces la voluntad de Dios puede llevarnos por caminos inesperados y desafiantes. Sin embargo, cuando confiamos en Él y obedecemos Su Palabra, podemos experimentar Su amor y dirección en nuestras vidas. José, en su obediencia, se convirtió en un instrumento de bendición para María y para toda la humanidad.
El nacimiento de Jesús nos muestra el amor y la gracia de Dios hacia la humanidad. A través de Su Hijo, Dios nos ofrece salvación y reconciliación con Él. Jesús vino a este mundo para traer esperanza a los desesperanzados, consuelo a los quebrantados y perdón a los pecadores arrepentidos.
Además, este pasaje también nos enseña la importancia de confiar en la guía del Espíritu Santo. José, al escuchar al ángel en su sueño, reconoció la voz de Dios y actuó según Sus instrucciones. En nuestra vida cotidiana, también necesitamos estar atentos a la voz y la dirección de Dios. Él puede hablarnos a través de Su Palabra, de las personas que Él ha colocado en nuestra vida, o incluso a través de sueños y visiones.
Hermanos y hermanas, a medida que nos acercamos a la conclusión de este mensaje, recordemos la importancia de la historia que hemos compartido hoy. El nacimiento de Jesús es un recordatorio constante de que Dios está con nosotros en cada situación que enfrentamos. Él es nuestro refugio, nuestra fortaleza y nuestro consuelo.
En esta Navidad, recordemos el regalo divino de amor y esperanza que Dios nos ha dado a través del nacimiento de Jesús. Que podamos recibirlo en nuestros corazones y permitir que Su luz brille a través de nosotros. Que podamos ser instrumentos de Su amor y gracia en este mundo necesitado.
Cita Bíblica: Mateo 1:18-25
“El nacimiento de Jesucristo fue así: Estando desposada María su madre con José, antes que se juntasen, se halló que había concebido del Espíritu Santo. José su marido, como era justo, y no quería infamarla, quiso dejarla secretamente. Y pensando él en esto, he aquí un ángel del Señor le apareció en sueños y le dijo: José, hijo de David, no temas recibir a María tu mujer, porque lo que en ella es engendrado, del Espíritu Santo es. Y dará a luz un hijo, y llamarás su nombre JESÚS, porque él salvará a su pueblo de sus pecados. Todo esto aconteció para que se cumpliese lo dicho por el Señor por medio del profeta, cuando dijo: He aquí, una virgen concebirá y dará a luz un hijo, Y llamarás su nombre Emanuel, que traducido es: Dios con nosotros. Y despertando José del sueño, hizo como el ángel del Señor le había mandado, y recibió a su mujer. Pero no la conoció hasta que dio a luz a su hijo primogénito; y le puso por nombre JESÚS.”
Cita Bíblica: Mateo 1:18-25