Cita Bíblica: Mateo 1:18-25
En la vida, a menudo nos encontramos con situaciones difíciles y llenas de incertidumbre. Nos vemos enfrentados a decisiones que pueden cambiar nuestro futuro y nos preguntamos si estamos tomando el camino correcto. En estos momentos, es importante recordar la historia de José y María, una historia que nos enseña sobre la fe y la obediencia hacia Dios.
Mateo 1:18-25 relata el momento en que María, la madre de Jesús, queda embarazada antes de casarse con José. Esta noticia sorprende y confunde a José, quien se encuentra en una situación muy delicada. Según la ley, podría haberla denunciado y buscado su divorcio en privado, pero José, movido por su amor y respeto hacia María, decide hacerlo en secreto para no causarle daño. Sin embargo, en un sueño, un ángel del Señor se le aparece y le revela la verdad.
Imaginemos por un momento cómo se sintió José al recibir esta noticia. La confusión, la decepción y el miedo seguramente se apoderaron de él. Pero lo más admirable de José es su respuesta ante esta situación adversa. En lugar de dejar que la ira o el resentimiento guiaran sus acciones, José se muestra como un hombre justo y piadoso, dispuesto a seguir la voluntad de Dios.
El ángel le dice a José en el sueño: «No temas recibir a María tu mujer, porque lo que en ella es engendrado, del Espíritu Santo es. Y dará a luz un hijo, y llamarás su nombre JESÚS, porque él salvará a su pueblo de sus pecados» (Mateo 1:20-21). Esta revelación divina cambia completamente la perspectiva de José. Él entiende que este niño que María espera es el Mesías prometido, el Salvador del mundo.
José, sin dudarlo, obedece la voz divina y toma a María como su esposa. A pesar de las críticas y el rechazo que podría haber enfrentado por parte de su comunidad, José elige creer en el plan de Dios y confiar en Su providencia. A través de su obediencia, José se convierte en un instrumento en las manos de Dios, cumpliendo así las profecías del Antiguo Testamento.
Cuando reflexionamos sobre esta historia, encontramos lecciones valiosas para nuestras propias vidas. José es un ejemplo de fe y obediencia, mostrándonos que a veces debemos tomar decisiones que van en contra de nuestra lógica humana para seguir la voluntad de Dios. Su disposición a confiar en el plan divino nos reta a examinar nuestras propias actitudes y a preguntarnos si estamos dispuestos a obedecer a Dios incluso cuando las cosas parecen confusas o difíciles.
En medio de nuestras propias luchas y desafíos, es importante recordar que Dios puede obrar en formas inesperadas. Él tiene el poder de transformar las circunstancias y usarlas para Su gloria. Así como José abrazó el papel que Dios le había dado, también podemos elegir abrazar nuestra propia misión en la vida y confiar en que Dios nos guiará en el camino correcto.
La historia de José y María nos recuerda que Dios está presente en cada aspecto de nuestras vidas y que nos ama lo suficiente como para intervenir en nuestros momentos de mayor necesidad. Él se preocupa por nuestras cargas y nos invita a confiar en Él en todo momento.
Hoy, te animo a reflexionar sobre la historia de José y María. Permítele ser un recordatorio de que, aunque enfrentemos desafíos y momentos de incertidumbre, Dios siempre está a nuestro lado. Confía en Su plan, obedece Su voz y sé un instrumento en Sus manos para cumplir Su propósito en tu vida.
Cita Bíblica: Mateo 1:18-25
«El nacimiento de Jesucristo fue así: Estando desposada María su madre con José, antes que se juntasen, se halló que había concebido del Espíritu Santo. José su marido, como era justo, y no quería infamarla, quiso dejarla secretamente. Y pensando él en esto, he aquí un ángel del Señor le apareció en sueños y le dijo: José, hijo de David, no temas recibir a María tu mujer, porque lo que en ella es engendrado, del Espíritu Santo es. Y dará a luz un hijo, y llamarás su nombre JESÚS, porque él salvará a su pueblo de sus pecados. Todo esto aconteció para que se cumpliese lo dicho por el Señor por medio del profeta, cuando dijo: He aquí, una virgen concebirá y dará a luz un hijo, y llamarás su nombre Emanuel, que traducido es: Dios con nosotros. Y despertando José del sueño, hizo como el ángel del Señor le había mandado, y recibió a su mujer. Pero no la conoció hasta que dio a luz a su hijo primogénito; y le puso por nombre JESÚS.»
Cita Bíblica: Mateo 1:18-25