Cita Bíblica: Juan 2:1-11
¡Bienvenidos, hermanos y hermanas en Cristo! Hoy nos reunimos para reflexionar sobre una de las citas bíblicas más inspiradoras del Evangelio de Juan, específicamente el pasaje de Juan 2:1-11. En este relato, encontramos un milagro poderoso realizado por nuestro Señor Jesucristo durante una boda en Caná de Galilea.
En este pasaje, vemos que Jesús y sus discípulos fueron invitados a esta boda. Durante la celebración, se enfrentaron a un problema inesperado: se agotó el vino. La madre de Jesús, María, se acercó a Él y le informó sobre esta situación. Jesús, en su infinita sabiduría y compasión, respondió: “¿Qué tengo yo contigo, mujer? Aún no ha llegado mi hora” (Juan 2:4).
Sin embargo, María confiaba plenamente en su Hijo y les dijo a los sirvientes: “Haced todo lo que él os dijere” (Juan 2:5). En ese momento, Jesús les indicó que llenaran seis tinajas de agua hasta el borde. Sin hacer preguntas ni dudar, los sirvientes obedecieron. Entonces, Jesús dio instrucciones: “Sacad ahora, y llevad al maestresala” (Juan 2:8).
¡Y ocurrió el milagro! El agua se había transformado en vino de excelente calidad. El maestresala, sorprendido por la calidad del vino, llamó al novio y le dijo: “Todo hombre pone primero el vino bueno, y cuando ya han bebido mucho, entonces el inferior; mas tú has reservado el bueno hasta ahora” (Juan 2:10). De esta manera, Jesús manifestó su gloria y sus discípulos creyeron en Él.
Este pasaje nos enseña valiosas lecciones sobre la fe, la obediencia y la provisión divina. En primer lugar, María nos muestra la importancia de confiar en Jesús y poner nuestras necesidades en sus manos. Ella supo que Jesús tenía el poder de solucionar cualquier problema y confió plenamente en Él.
Asimismo, los sirvientes nos enseñan sobre la obediencia sin cuestionamientos. Aunque no entendían cómo el agua se convertiría en vino, obedecieron la palabra de Jesús sin dudar. Su obediencia fue recompensada con un milagro asombroso y presenciaron la gloria de Dios manifestada a través de Jesús.
Además, este pasaje nos muestra la provisión divina. Jesús no solo resolvió el problema del vino, sino que lo hizo de una manera sorprendente y generosa. El vino que creó era de mejor calidad que el que se había servido al principio de la celebración. Esto nos revela que Dios no solo satisface nuestras necesidades, sino que también lo hace abundantemente y con excelencia.
Queridos hermanos y hermanas, este pasaje nos recuerda que Jesús es capaz de transformar cualquier situación en nuestras vidas. No importa qué dificultades o carencias enfrentemos, podemos confiar en que Él tiene el poder de proveer y obrar milagros en nuestro favor. Solo debemos acercarnos a Él con fe y obediencia, confiando plenamente en su amor y cuidado por nosotros.
Así como los discípulos creyeron en Jesús después de presenciar este milagro en la boda de Caná, también nosotros podemos fortalecer nuestra fe al meditar en este pasaje. Recordemos siempre que Jesús es el mismo ayer, hoy y por los siglos (Hebreos 13:8), y que su poder y amor por nosotros son inmutables.
En conclusión, la cita bíblica de Juan 2:1-11 nos invita a confiar en Jesús, obedecer su palabra y esperar su provisión divina en nuestras vidas. Que este pasaje nos inspire a acercarnos más a nuestro Señor, a creer en sus milagros y a confiar en su poder y amor eterno. ¡Bendiciones abundantes para todos!
Cita Bíblica: Juan 2:1-11