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El misterio revelado: Evangelio de Tomás, Versículo 106


El Evangelio de Tomás, versículo 106: «Cuando hagáis de dos uno, y cuando hagáis lo interno como lo externo, y lo externo como lo interno, y lo de arriba como lo de abajo, y cuando hagáis del macho y la hembra una sola cosa, de manera que el macho no sea macho ni la hembra hembra; cuando hagáis ojos en lugar de ojos, y una mano en lugar de una mano, y un pie en lugar de un pie, una imagen en lugar de una imagen, entonces entraréis [en el Reino]».

Queridos hermanos y hermanas en la fe, hoy nos reunimos para reflexionar sobre estas palabras inspiradoras del Evangelio de Tomás, versículo 106. En este pasaje, Jesús nos enseña una profunda verdad acerca de la unidad, la trascendencia y la transformación que podemos experimentar en nuestra vida diaria.

En primer lugar, Jesús nos dice: «Cuando hagáis de dos uno». Esta frase nos recuerda el poder de la unidad. En un mundo dividido por diferencias raciales, culturales y religiosas, es fácil olvidar que todos somos hijos e hijas del mismo Dios. Cuando buscamos la unidad en lugar de la división, podemos encontrar la paz y la armonía que tanto anhelamos.

Además, Jesús nos insta a hacer lo interno como lo externo, y lo externo como lo interno. Esto nos habla de la importancia de la autenticidad y la congruencia en nuestras vidas. No podemos pretender ser una cosa por fuera y otra por dentro. Debemos vivir de acuerdo con nuestros valores y creencias más profundos, para que nuestra vida externa sea un reflejo de nuestra verdadera esencia.

Asimismo, Jesús nos invita a hacer del macho y la hembra una sola cosa, de manera que no haya divisiones ni discriminaciones basadas en el género. En un mundo donde aún persisten desigualdades de género, estas palabras nos llaman a la igualdad y al respeto mutuo. Todos somos igualmente valiosos y amados por Dios, sin importar nuestro género.

Jesús continúa diciendo que cuando hagamos ojos en lugar de ojos, una mano en lugar de una mano, un pie en lugar de un pie, y una imagen en lugar de una imagen, entonces entraremos en el Reino. Esta declaración es una invitación a trascender nuestra visión limitada y ver más allá de las apariencias externas. No debemos juzgar a los demás por su aspecto físico, sino mirar con compasión y aceptación a través de los ojos del amor divino.

En resumen, el Evangelio de Tomás, versículo 106, nos anima a buscar la unidad, la autenticidad, la igualdad y la trascendencia en nuestras vidas. Cuando vivimos de acuerdo con estos principios, estamos abriendo las puertas del Reino de Dios en nuestra existencia. No se trata solo de palabras, sino de una invitación a vivir en consonancia con los valores y enseñanzas de Jesús.

Hermanos y hermanas, recordemos siempre estas palabras inspiradoras del Evangelio de Tomás, versículo 106. Que nos sirvan de guía y motivación en nuestro caminar espiritual. Que podamos unirnos en unidad, vivir auténticamente, trascender las limitaciones y ver a través de los ojos del amor divino. Que el Evangelio de Tomás, versículo 106, sea nuestro faro en momentos de oscuridad y nuestra fuente de inspiración en momentos de duda.

En conclusión, el Evangelio de Tomás, versículo 106, nos recuerda la importancia de vivir en unidad, autenticidad y trascendencia. Nos llama a superar las divisiones, a vivir de acuerdo con nuestros valores más profundos y a ver más allá de las apariencias externas. Que estas palabras nos inspiren a caminar en la luz del amor divino y a vivir en armonía con nuestros semejantes. Que así sea.

Evangelio De Tomas Versiculo 106

Evangelio De Tomas Versiculo 106

Evangelio De Tomas Versiculo 106