El Nacimiento De Jesus Cita Biblica
¡Alabado sea el nombre del Señor! Hoy nos reunimos para reflexionar sobre el maravilloso acontecimiento del nacimiento de nuestro Salvador, Jesús. En esta época del año, el mundo entero se llena de alegría y celebración al recordar el momento en que Dios envió a su Hijo único a este mundo para traer salvación y esperanza a toda la humanidad.
El nacimiento de Jesús en Belén fue una cumplimiento de las profecías bíblicas que habían sido anunciadas siglos atrás. El profeta Isaías dijo: «Por tanto, el Señor mismo os dará señal: He aquí que la virgen concebirá, y dará a luz un hijo, y llamará su nombre Emanuel» (Isaías 7:14). Y así fue como la virgen María, por obra del Espíritu Santo, dio a luz al Hijo de Dios, quien fue llamado Emanuel, que significa «Dios con nosotros».
La llegada de Jesús al mundo no fue en un palacio o en medio de grandes riquezas, sino en un humilde pesebre. Esto nos enseña que Dios no se fija en las apariencias externas ni en la grandeza de este mundo, sino en los corazones humildes y dispuestos a recibir su amor. El apóstol Pablo nos recuerda en Filipenses 2:7-8: «Sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres; y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz».
La noche en que Jesús nació, los ángeles se aparecieron a unos humildes pastores que estaban velando sus rebaños. ¡Imagínense la sorpresa y el asombro que sintieron al ver a los mensajeros celestiales! El ángel les dijo: «No temáis, porque he aquí os doy nuevas de gran gozo, que será para todo el pueblo: que os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es CRISTO el Señor» (Lucas 2:10-11).
Los pastores, llenos de esperanza y gozo, se apresuraron a adorar al recién nacido en el pesebre. Su fe y humildad nos enseñan que no importa nuestra condición social o nuestra posición en la vida, todos somos invitados a acercarnos a Jesús y adorarle con sinceridad y humildad.
La venida de Jesús al mundo no solo nos trae alegría y esperanza, sino también nos muestra el amor y la misericordia de Dios hacia nosotros. El apóstol Juan nos dice en su evangelio: «Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna» (Juan 3:16). Es a través de Jesús que podemos encontrar el perdón de nuestros pecados y la reconciliación con Dios.
En esta temporada navideña, recordemos que el verdadero significado de la celebración no está en los regalos materiales ni en las luces brillantes, sino en el regalo más grande que Dios nos ha dado: su Hijo Jesús. Él es la luz del mundo y la esperanza para todos aquellos que depositan su fe en Él.
Así que, hermanos y hermanas, dejemos que el nacimiento de Jesús en Belén nos llene de gozo y esperanza. Celebremos su venida recordando las palabras del profeta Isaías: «Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su hombro; y se llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz» (Isaías 9:6).
Que en esta temporada navideña, el amor y la paz de Cristo llenen nuestros corazones y nuestros hogares. Que el nacimiento de Jesús nos recuerde el gran sacrificio de amor que Dios hizo por nosotros. Y que en todo tiempo, en todo lugar, podamos proclamar con alegría y gratitud: ¡El Nacimiento De Jesus Cita Biblica! Amén.
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