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El poder de confiar en Dios: Salmos 37 NVI revela la clave para una vida plena


Salmos 37 Nvi: Una guía para confiar en Dios en medio de la adversidad

Salmos 37 Nvi es un pasaje bíblico que nos invita a confiar en Dios en medio de las dificultades y tribulaciones de la vida. En este Salmo, el rey David nos muestra cómo podemos encontrar consuelo y esperanza en el Señor, incluso cuando todo parece ir en contra nuestra.

El Salmo comienza con una exhortación poderosa: «No te impacientes a causa de los malignos, ni tengas envidia de los que hacen iniquidad» (Salmos 37:1, Nvi). Estas palabras nos recuerdan que no debemos preocuparnos ni sentir envidia de aquellos que actúan de manera malvada. Aunque parezca que están prosperando, Dios tiene el control y en su tiempo, hará justicia.

En medio de la adversidad, es normal sentirnos angustiados y desanimados. Sin embargo, el Salmo nos enseña a confiar en Dios y a buscar refugio en Él. Nos dice: «Confía en Jehová, y haz el bien; y habitarás en la tierra, y te apacentarás de la verdad» (Salmos 37:3, Nvi). Esta es una promesa maravillosa: si confiamos en Dios y hacemos lo bueno, Él nos cuidará y nos sustentará.

El Salmo continúa animándonos a deleitarnos en el Señor: «Deléitate asimismo en Jehová, y él te concederá las peticiones de tu corazón» (Salmos 37:4, Nvi). Cuando encontramos nuestro gozo en Dios, nuestras peticiones y deseos serán alineados con su voluntad. Él nos dará lo que necesitamos y lo que es mejor para nosotros en su tiempo perfecto.

A lo largo del Salmo, David nos recuerda que Dios tiene el control y que Él es quien establece nuestro camino. Nos dice: «Encomienda a Jehová tu camino, y confía en él; y él hará» (Salmos 37:5, Nvi). Cuando entregamos nuestras preocupaciones y planes en las manos de Dios, podemos tener la seguridad de que Él guiará nuestros pasos y nos conducirá por el camino correcto.

El Salmo también nos advierte sobre la inconstancia de la vida y la fugacidad de la riqueza y el poder terrenal. Nos dice: «No te afanes por ser rico; sé prudente, y desiste. ¿Has de poner tus ojos en las riquezas, siendo ningunas? Porque se harán alas como alas de águila, y volarán al cielo» (Salmos 37:7-8, Nvi). A menudo, nos preocupamos demasiado por acumular riquezas y buscar el éxito material, pero el Salmo nos recuerda que estas cosas son temporales. En lugar de eso, debemos buscar a Dios y su reino, confiando en que Él suplirá nuestras necesidades.

En medio de la adversidad, es fácil sentir envidia de aquellos que parecen tenerlo todo. Sin embargo, el Salmo nos insta a mantenernos firmes en nuestra fe y a confiar en Dios. Nos dice: «No te enojes a causa de los malignos, ni tengas envidia de los que hacen iniquidad. Porque como hierba serán pronto cortados, y como la hierba verde se secarán» (Salmos 37:1-2, Nvi). Aunque los malvados parezcan triunfar en el corto plazo, su destino final será la destrucción. Nosotros, en cambio, podemos confiar en el Señor y esperar en Él, sabiendo que su justicia prevalecerá.

En conclusión, Salmos 37 Nvi nos ofrece una guía valiosa para confiar en Dios en medio de la adversidad. Nos anima a confiar en el Señor, a deleitarnos en Él y a encomendarle nuestros caminos. Nos recuerda que las riquezas terrenales son pasajeras y que debemos enfocarnos en buscar a Dios y su reino. Aunque enfrentemos dificultades y nos sintamos tentados a envidiar a los malvados, podemos aferrarnos a la promesa de que Dios nos cuidará y hará justicia. Así que, recordemos siempre las palabras de Salmos 37 Nvi: «Confía en Jehová, y haz el bien; y habitarás en la tierra, y te apacentarás de la verdad» (Salmos 37:3, Nvi).