Versículo de Ester: Un llamado a confiar en el plan de Dios
«Y lo hizo Hamán; y así se le dio a los escribas del rey la respuesta escrita, que decía: Por los correos, en el mes primero, en el día trece del mismo, y se escribió conforme a todo lo que mandó Amán, a los reyes de las provincias y a los príncipes de los pueblos, cada provincia en su escritura y cada pueblo según su lengua; en nombre del rey Asuero fue escrito, y sellado con el anillo del rey» (Ester 3:12-13).
Amados hermanos y hermanas en Cristo, hoy quiero compartir con ustedes un pasaje de las Escrituras que nos desafía y nos inspira a confiar en el plan de Dios, incluso en tiempos de adversidad. Este versículo de Ester nos muestra cómo el enemigo intentó destruir al pueblo de Dios, pero también nos enseña valiosas lecciones sobre la provisión y la protección divina.
En el libro de Ester, vemos cómo Hamán, un alto funcionario del rey Asuero, planea exterminar a todos los judíos en el imperio persa. Hamán manipula al rey para emitir un decreto que autoriza esta masacre. La noticia se extiende rápidamente por todas las provincias y pueblos, y la gente comienza a prepararse para la terrible tragedia.
En medio de esta situación desesperada, vemos el poder y la intervención de Dios en la vida de Ester, una joven judía que se convierte en reina. Ester, guiada por la sabiduría y el discernimiento del Espíritu Santo, se presenta ante el rey para interceder por su pueblo. A través de su valentía y obediencia, Dios utiliza a Ester para frustrar los planes de Hamán y salvar a su pueblo de la destrucción.
Este versículo de Ester nos muestra la importancia de permanecer firmes en nuestra fe y confiar en el plan de Dios, incluso cuando las circunstancias parecen sombrías. En momentos de crisis y desesperación, podemos encontrar consuelo y esperanza en las promesas de nuestro Señor. Él nos asegura que nunca nos abandonará ni nos dejará desamparados (Hebreos 13:5).
Así como Dios proveyó una solución para su pueblo en tiempos de Ester, también nos provee de soluciones en nuestras propias vidas. Podemos confiar en que Él tiene el control de todas las situaciones y que trabajará todo para nuestro bien (Romanos 8:28). Aunque los planes del enemigo puedan parecer poderosos y amenazantes, la mano de Dios siempre es más poderosa y prevalecerá.
Hermanos, debemos recordar que nuestra lucha no es contra carne y sangre, sino contra los poderes espirituales malignos en las regiones celestiales (Efesios 6:12). En momentos de adversidad, debemos aferrarnos a la armadura de Dios y permanecer firmes en la fe. Él nos ha provisto de todo lo que necesitamos para resistir al enemigo y permanecer de pie en la batalla (Efesios 6:13-18).
Además, debemos recordar que Dios siempre cumple sus promesas. A lo largo de la historia, vemos cómo Él ha protegido y guiado a su pueblo. Desde el éxodo de Egipto hasta la liberación de los cautivos, Dios ha demostrado una y otra vez su fidelidad y amor incondicional. Podemos confiar en que Él nunca nos fallará y que siempre cumplirá sus propósitos en nuestras vidas (Isaías 55:11).
En conclusión, el versículo de Ester nos recuerda que, aunque enfrentemos desafíos y adversidades, podemos confiar en el plan de Dios. Él es nuestro protector y proveedor, y nos guiará a través de cualquier situación difícil que enfrentemos. No importa cuán sombrías sean las circunstancias, podemos confiar en que Dios tiene un plan perfecto y que trabajará todas las cosas para nuestro bien. Así como Ester fue usada por Dios para salvar a su pueblo, también podemos ser instrumentos en sus manos para llevar esperanza y salvación a aquellos que nos rodean.
Que este versículo de Ester sea un recordatorio constante de nuestra confianza en el Señor. Que nos animemos mutuamente a permanecer firmes en la fe y a confiar en su plan perfecto. Que nuestras vidas sean testimonios vivientes de su amor y fidelidad.
«Por los correos, en el mes primero, en el día trece del mismo, y se escribió conforme a todo lo que mandó Amán, a los reyes de las provincias y a los príncipes de los pueblos, cada provincia en su escritura y cada pueblo según su lengua; en nombre del rey Asuero fue escrito, y sellado con el anillo del rey» (Ester 3:12-13).
Versículo de Ester. Versículo de Ester. Versículo de Ester.