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El Poderoso Redime, ¿Quién Como Tú? - Salmos 74:13-14


Salmos 74:13-14 (Reina Valera)

«Tú dividiste el mar con tu poder;
quebrantaste cabezas de monstruos en las aguas.
Tú aplastaste las cabezas del Leviatán,
y lo diste por comida a los habitantes del desierto.»

Queridos hermanos y hermanas en la fe, hoy nos encontramos frente a un pasaje bíblico que nos llena de esperanza y fortaleza. En Salmos 74:13-14, el salmista nos relata la grandiosa obra de Dios al dividir el mar con su poder y quebrantar las cabezas de los monstruos en las aguas. Además, nos enseña cómo Dios aplastó las cabezas del Leviatán y lo dio por comida a los habitantes del desierto.

En este pasaje, vemos reflejada la majestuosidad y el poder de nuestro Dios. Él es quien tiene el control absoluto sobre todas las cosas, incluso sobre las fuerzas más temibles de la naturaleza. A través de su poder, Dios es capaz de dividir el mar y abrir caminos donde parecía no haber salida.

El Leviatán mencionado en este salmo representa a los enemigos y obstáculos que se levantan en nuestro camino. Puede ser cualquier cosa que nos atemorice o nos haga sentir impotentes. Sin embargo, la promesa que encontramos en estos versículos es que Dios tiene el poder de aplastar las cabezas del Leviatán y darle fin a nuestras adversidades.

No importa cuán grande o poderoso parezca el Leviatán en nuestras vidas, Dios está dispuesto a luchar por nosotros. Él es nuestro protector y defensor. Cuando confiamos en Él y depositamos nuestra fe en sus manos, podemos estar seguros de que Él nos guiará y nos dará la victoria sobre todas nuestras dificultades.

En momentos de angustia y desesperación, es importante recordar que Dios es capaz de hacer lo imposible. A través de su poder, podemos superar cualquier situación adversa y encontrar consuelo en medio de la tormenta. No importa cuán profundo sea el mar en el que nos encontramos, Dios tiene el poder de abrir un camino seguro hacia la tierra firme.

Además, debemos tener presente que Dios no solo nos libra de nuestros enemigos, sino que también provee para nuestras necesidades. Como vemos en el versículo 14, Dios dio por comida a los habitantes del desierto. Él es quien suple nuestras necesidades y nos da sustento en medio de la sequedad y la escasez.

Queridos hermanos y hermanas, en este día quiero animarlos a confiar en el poder y la fidelidad de nuestro Dios. Él es quien tiene el control sobre todas las cosas, y está dispuesto a luchar por nosotros y proveer para nuestras necesidades. No importa cuán desafiante sea la situación en la que te encuentres, recuerda que Dios tiene el poder de aplastar las cabezas del Leviatán y abrir caminos donde parecía no haber salida.

Así que, en momentos de dificultad, clama a Dios y pon tu confianza en Él. Permítele que sea tu guía y protector. Recuerda que Él es quien divide el mar con su poder y quebranta las cabezas de los monstruos en las aguas. Él es quien aplasta las cabezas del Leviatán y da por comida a los habitantes del desierto. ¡Confía en su poder y verás grandes milagros suceder en tu vida!

Salmos 74:13-14 (Reina Valera):
«Tú dividiste el mar con tu poder;
quebrantaste cabezas de monstruos en las aguas.
Tú aplastaste las cabezas del Leviatán,
y lo diste por comida a los habitantes del desierto.»

Salmos 74:13-14 (Reina Valera):
«Tú dividiste el mar con tu poder;
quebrantaste cabezas de monstruos en las aguas.
Tú aplastaste las cabezas del Leviatán,
y lo diste por comida a los habitantes del desierto.»

Salmos 74:13-14 (Reina Valera):
«Tú dividiste el mar con tu poder;
quebrantaste cabezas de monstruos en las aguas.
Tú aplastaste las cabezas del Leviatán,
y lo diste por comida a los habitantes del desierto.»