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El poderoso Salmo 46 Reina Valera 1960: Refugio divino en tiempos de tormenta


Salmo 46 Reina Valera 1960: «Dios es nuestro amparo y fortaleza, nuestro pronto auxilio en las tribulaciones. Por tanto, no temeremos, aunque la tierra sea removida, y aunque los montes se trasladen al corazón del mar; aunque bramen y se turben sus aguas, y tiemblen los montes a causa de su braveza. Selah.» (Salmo 46:1-3 RV1960)

Salmo 46 Reina Valera 1960: «Dios es nuestro amparo y fortaleza, nuestro pronto auxilio en las tribulaciones.» (Salmo 46:1 RV1960)

¡Queridos hermanos en Cristo!

Hoy quiero compartir con ustedes un pasaje de la Palabra de Dios que nos brinda consuelo y esperanza en medio de las dificultades y tribulaciones que enfrentamos en nuestras vidas. El Salmo 46 Reina Valera 1960 nos recuerda que Dios es nuestro amparo y fortaleza, nuestro pronto auxilio en las tribulaciones.

En esta vida, todos enfrentamos momentos de angustia, incertidumbre y temor. Podemos encontrarnos en situaciones donde todo parece estar en contra nuestra, donde los problemas y las dificultades nos abruman. Sin embargo, este salmo nos enseña que no debemos temer, sino confiar en el Señor en todo momento.

El salmista nos dice: «Dios es nuestro amparo y fortaleza, nuestro pronto auxilio en las tribulaciones.» (Salmo 46:1 RV1960) Estas palabras son un recordatorio poderoso de que no estamos solos en nuestras luchas. Tenemos a un Dios amoroso y fiel que está dispuesto a extendernos su mano y ser nuestro refugio en tiempos de necesidad.

A veces, nos sentimos como si la tierra se estuviera moviendo bajo nuestros pies. Nos enfrentamos a situaciones que nos desestabilizan y nos hacen dudar de nuestras propias capacidades. Pero este salmo nos dice que incluso cuando todo parezca estar en caos, podemos confiar en Dios. «Por tanto, no temeremos, aunque la tierra sea removida, y aunque los montes se trasladen al corazón del mar; aunque bramen y se turben sus aguas, y tiemblen los montes a causa de su braveza.» (Salmo 46:2-3 RV1960)

Imaginen un mar agitado, con olas furiosas rompiendo contra la costa y montañas temblando por la fuerza de la naturaleza. En medio de ese caos, Dios sigue siendo nuestro amparo y fortaleza. Él tiene el poder de calmar las tormentas y brindarnos paz en medio del caos.

Cuando nos enfrentamos a situaciones difíciles, es fácil dejarse llevar por el miedo y la preocupación. Pero este salmo nos anima a confiar en Dios y recordar que Él tiene el control absoluto sobre todas las circunstancias. Podemos confiar en que Él nos ayudará y nos sostendrá en medio de las adversidades.

En momentos de tribulación, podemos encontrar consuelo en la presencia de Dios. Él es nuestro refugio seguro, nuestra fortaleza inquebrantable. «Dios es nuestro amparo y fortaleza, nuestro pronto auxilio en las tribulaciones.» (Salmo 46:1 RV1960) No hay nada que pueda separarnos de su amor y cuidado.

Hermanos, les animo a aferrarse a la promesa de este salmo. En medio de las tormentas de la vida, recordemos que Dios es nuestro amparo y fortaleza. No importa cuán grandes sean los desafíos que enfrentemos, Él siempre estará allí para ayudarnos y guiarnos.

Recuerden siempre este poderoso mensaje: «Dios es nuestro amparo y fortaleza, nuestro pronto auxilio en las tribulaciones.» (Salmo 46:1 RV1960) Que estas palabras nos llenen de fe y confianza en nuestro Señor.

Que Dios les bendiga abundantemente y les conceda paz en medio de las tribulaciones.

Salmo 46 Reina Valera 1960: «Dios es nuestro amparo y fortaleza, nuestro pronto auxilio en las tribulaciones.» (Salmo 46:1 RV1960)