Salmo 91 Reina Valera 1995: Un Refugio en los Brazos de Dios
Salmo 91 Reina Valera 1995: un pasaje bíblico lleno de promesas y consuelo para aquellos que confían en el Señor. Este salmo nos recuerda que Dios es nuestro refugio, nuestro protector y nuestro defensor. Nos invita a descansar en Sus brazos y confiar en Su poder y fidelidad. En momentos de dificultad, incertidumbre o temor, este salmo ofrece una voz de esperanza y fortaleza.
El Salmo 91 comienza con una declaración poderosa: “El que habita al abrigo del Altísimo morará bajo la sombra del Omnipotente” (Salmo 91:1). Esta frase revela una profunda verdad espiritual: cuando nos refugiamos en Dios, encontramos descanso y protección. Al igual que un pájaro encuentra seguridad bajo las alas de su madre, nosotros encontramos seguridad bajo el cuidado amoroso de nuestro Padre celestial.
El salmista continúa diciendo: “Diré yo a Jehová: Esperanza mía, y castillo mío; mi Dios, en quien confiaré” (Salmo 91:2). Estas palabras nos animan a confiar plenamente en Dios, a depositar nuestra esperanza en Él y a refugiarnos en Su amor. Él es nuestro castillo, nuestra fortaleza inexpugnable en tiempos de dificultad. No importa cuán grandes sean los desafíos que enfrentemos, podemos confiar en que Dios estará con nosotros, brindándonos fuerza y protección.
El salmo nos asegura que Dios nos librará de peligros ocultos y de enfermedades mortales. Dice: “No temerás el terror nocturno, ni saeta que vuele de día, ni pestilencia que ande en oscuridad, ni mortandad que en medio del día destruya” (Salmo 91:5-6). Estas palabras nos recuerdan que Dios está con nosotros en medio de cualquier situación, ya sea de día o de noche, en la luz o en la oscuridad. No tenemos que temer, porque Él está a nuestro lado, protegiéndonos y guiándonos.
El salmo continúa diciendo: “Aunque caigan mil a tu lado, y diez mil a tu diestra, tú no serás herido” (Salmo 91:7). Esta promesa nos asegura que no importa cuán intensa sea la batalla que enfrentemos, Dios estará con nosotros y nos protegerá. Él peleará nuestras batallas y nos llevará a la victoria. Podemos confiar en que Él nos guardará y nos sostendrá en tiempos de peligro y adversidad.
En el Salmo 91 también encontramos una promesa de protección divina: “Porque a sus ángeles mandará acerca de ti, que te guarden en todos tus caminos” (Salmo 91:11). Esta declaración nos revela que Dios ha enviado a sus ángeles para protegernos y cuidarnos en todas nuestras acciones y decisiones. No estamos solos en este viaje de fe; tenemos compañía celestial que vela por nosotros y nos guía en el camino correcto.
En momentos de angustia y dificultad, el salmista nos recuerda que podemos clamar al Señor y Él nos responderá. Dice: “Clamará a mí, y yo le responderé; con él estaré yo en la angustia; lo libraré y le glorificaré” (Salmo 91:15). Estas palabras nos aseguran que Dios nunca nos abandonará. Él está atento a nuestras oraciones y nos sostendrá en medio de nuestras pruebas. Puede que las circunstancias sean adversas, pero podemos confiar en que Dios tiene el control y nos llevará a través de ellas.
En conclusión, el Salmo 91 Reina Valera 1995 es un recordatorio poderoso de la protección y el amor incondicional de Dios. Nos anima a confiar en Él y a refugiarnos en Sus brazos en todo momento. No importa cuáles sean los desafíos que enfrentemos, podemos encontrar consuelo y fortaleza en Su presencia. Permítete ser envuelto por el abrazo amoroso de Dios y descansa en la seguridad de Su cuidado. Salmo 91 Reina Valera 1995 es un faro de esperanza en medio de la oscuridad, una voz que nos recuerda que no estamos solos y que tenemos un Dios poderoso que está con nosotros en cada paso del camino.
Salmo 91 Reina Valera 1995: ¡Un refugio seguro en los brazos de nuestro amado Dios!