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¡El Salmo 11:4 revela el poder divino en momentos de adversidad!


Salmo 11:4 – «Jehová está en su santo templo; Jehová tiene en el cielo su trono; sus ojos ven, sus párpados examinan a los hijos de los hombres.»

Queridos hermanos y hermanas en Cristo,

Hoy quiero compartir con ustedes una poderosa verdad que se encuentra en el Salmo 11:4. Este versículo nos recuerda la omnipresencia y la omnisciencia de nuestro Dios. Nos revela que Jehová está en su santo templo y tiene su trono en el cielo. Pero lo más asombroso es que sus ojos ven y sus párpados examinan a los hijos de los hombres.

Cuando leemos estas palabras, no podemos evitar sentirnos humildes y maravillados por la grandeza de nuestro Dios. Él está presente en todo momento y en todo lugar. No hay ninguna situación que escape a su atención. Nuestro Padre celestial conoce cada detalle de nuestras vidas, incluso los más íntimos y ocultos. No hay pensamiento, palabra o acción que pase desapercibido para Él.

Esta verdad debería ser una gran fuente de consuelo y fortaleza para nosotros. En medio de las pruebas y dificultades, podemos encontrar consuelo en saber que Dios está con nosotros. No estamos solos en nuestras luchas y sufrimientos. Él nos ve y está dispuesto a ayudarnos. Nuestro Señor no es un Dios distante e indiferente, sino un Padre amoroso que se preocupa por cada uno de nosotros.

Cuando enfrentamos desafíos, podemos confiar en que Dios está obrando en nuestra vida. Él ve nuestras lágrimas y nuestras angustias, y está dispuesto a brindarnos su consuelo y fortaleza. No importa cuán oscuro sea nuestro camino, Él está ahí para guiarnos y sostenernos. Como dice el Salmo 23:4, «Aunque ande en valle de sombra de muerte, no temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo; tu vara y tu cayado me infundirán aliento.»

Además, este versículo nos recuerda que Dios examina a los hijos de los hombres. Él conoce nuestros corazones, nuestras intenciones y nuestras motivaciones. Nada se le escapa. Es importante recordar esto en nuestra vida diaria. Dios no solo ve nuestras acciones externas, sino que también conoce nuestras verdaderas intenciones. Por lo tanto, debemos esforzarnos por vivir de acuerdo con su voluntad y honrarlo en todo lo que hacemos.

En momentos de tentación, recordemos que Dios está mirando. Él nos insta a vivir vidas santas y justas, y nos dará la fortaleza para resistir a las tentaciones si confiamos en Él. Como dice 1 Corintios 10:13, «No os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea humana; pero fiel es Dios, que no os dejará ser tentados más de lo que podéis resistir, sino que dará también juntamente con la tentación la salida, para que podáis soportar.»

Hermanos y hermanas, que este poderoso versículo del Salmo 11:4 sea un recordatorio constante de la presencia y el cuidado de nuestro Dios en nuestras vidas. Que nos inspire a confiar en Él en todo momento y a vivir de acuerdo con su voluntad. Recordemos que aunque enfrentemos dificultades y tentaciones, Él está ahí para guiarnos, fortalecernos y brindarnos consuelo. Confíemos en su amor y poder, y seamos testigos vivientes de su gracia y misericordia.

En conclusión, «Jehová está en su santo templo; Jehová tiene en el cielo su trono; sus ojos ven, sus párpados examinan a los hijos de los hombres.» Que esta verdad nos llene de esperanza y confianza en nuestro Dios. Que podamos descansar en su presencia y ser guiados por su sabiduría. Que este versículo sea un faro de luz en medio de las tormentas de la vida. Amén.

Salmo 11:4 – «Jehová está en su santo templo; Jehová tiene en el cielo su trono; sus ojos ven, sus párpados examinan a los hijos de los hombres.»