Salmo 21:6 – «Porque has hecho de él bendiciones eternas; lo llenaste de alegría con tu presencia.»
Queridos hermanos y hermanas en Cristo,
Hoy quiero compartir con ustedes una porción de las Escrituras que es verdaderamente inspiradora y llena de esperanza. El Salmo 21:6 nos recuerda el amor y la bondad de nuestro Dios, quien nos bendice con bendiciones eternas y nos llena de alegría con Su presencia.
En este versículo, el salmista David expresa su gratitud a Dios por las bendiciones recibidas. Él reconoce que es Dios quien ha hecho de él un receptor de estas bendiciones y que son eternas. No son temporales ni limitadas, sino que perduran para siempre. ¿No es maravilloso saber que nuestro Padre celestial nos ha dotado con bendiciones que no tienen fin?
La palabra «bendición» en sí misma es poderosa y llena de significado. Cuando Dios nos bendice, nos llena de Su favor, provisión y protección. Nos bendice con salud, con amor, con paz y con todas las cosas buenas que necesitamos en la vida. Pero la bendición más grande y valiosa que recibimos de Dios es la salvación a través de Jesucristo. Él nos bendice con la oportunidad de tener una relación personal con Él y de vivir una vida llena de propósito y significado.
No solamente somos bendecidos con bendiciones eternas, sino que también somos llenados de alegría por la presencia de Dios. La presencia de Dios en nuestras vidas trae gozo y regocijo. Cuando experimentamos la cercanía de Dios, nuestros corazones se llenan de paz y encontramos consuelo en medio de las dificultades. Su presencia nos da fuerza para enfrentar los desafíos de la vida y nos llena de esperanza para el futuro.
¿Cómo podemos experimentar estas bendiciones eternas y la alegría de la presencia de Dios? Primero, debemos creer en Jesús como nuestro Salvador personal. En Juan 3:16, leemos: «Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.» A través de la fe en Jesús, recibimos el regalo de la salvación y todas las bendiciones que vienen con ella.
Además, debemos buscar la presencia de Dios en nuestra vida diaria. Esto implica pasar tiempo en oración, meditando en Su Palabra y adorándole. Cuando nos acercamos a Dios con humildad y rendición, Él se acerca a nosotros y nos llena con Su amor y gozo. La presencia de Dios es una fuente inagotable de consuelo y fortaleza.
Queridos hermanos y hermanas, hoy los animo a reflexionar sobre el Salmo 21:6 y a recibir las bendiciones eternas y la alegría de la presencia de Dios en sus vidas. Permitan que Su amor y gracia les transformen y les llenen de esperanza y gozo. Recuerden que Dios es fiel y que Su amor por ustedes es inagotable.
En conclusión, el Salmo 21:6 nos recuerda que Dios nos ha bendecido con bendiciones eternas y nos ha llenado de alegría con Su presencia. A través de la fe en Jesús y buscando la cercanía de Dios en nuestras vidas, podemos experimentar estas bendiciones y vivir una vida llena de gozo y propósito. Que este versículo sea un recordatorio constante de la bondad y el amor de nuestro Padre celestial. Que Su presencia nos guíe y nos llene de esperanza en cada paso del camino.
Salmo 21:6 – «Porque has hecho de él bendiciones eternas; lo llenaste de alegría con tu presencia.»
Amén y amén.