El Salmo 58:11 declara: «Ciertamente hay recompensa para el justo; ciertamente hay un Dios que juzga en la tierra.» Esta poderosa declaración nos recuerda que, a pesar de cualquier injusticia que podamos enfrentar en este mundo, Dios es nuestro juez y siempre recompensará a aquellos que son justos.
Vivimos en un mundo lleno de injusticias. A diario vemos cómo los malvados prosperan y los inocentes sufren. Nos preguntamos por qué Dios permite que esto suceda. Sin embargo, el Salmo 58:11 nos brinda consuelo y esperanza. Nos asegura que, aunque parezca que los malvados están ganando, al final del día, Dios intervendrá y traerá justicia verdadera.
Como cristianos, debemos recordar que nuestra recompensa no proviene de las manos de los hombres, sino de nuestro Dios justo. A veces, puede ser difícil mantener esta perspectiva cuando enfrentamos dificultades y pareciera que los malvados están triunfando. Pero el Salmo 58:11 nos insta a confiar en que Dios tiene el control y que Él nos recompensará en su tiempo perfecto.
Nuestro mundo está lleno de corrupción y maldad. A menudo nos sentimos impotentes ante estas realidades. Sin embargo, el Salmo 58:11 nos recuerda que Dios está presente y actuando en medio de toda esta injusticia. Él es el juez supremo y ningún acto malvado pasará desapercibido ante Él.
La promesa de recompensa para el justo nos da la fuerza para perseverar en medio de las dificultades. Sabemos que Dios está de nuestro lado y que al final, prevalecerá la justicia. No importa cuán oscuro sea nuestro entorno, podemos confiar en que Dios nos recompensará por nuestra fidelidad y obediencia.
Si bien el mundo puede parecer injusto y desalentador, debemos recordar que nuestra esperanza no está en las circunstancias que nos rodean, sino en nuestro Dios soberano. Él es quien tiene la última palabra y quien trae justicia verdadera. Nuestra tarea es confiar en Él y seguir viviendo una vida justa y piadosa.
En medio de las dificultades y los desafíos, recordemos el Salmo 58:11: «Ciertamente hay recompensa para el justo; ciertamente hay un Dios que juzga en la tierra». Esta declaración nos invita a mantener la esperanza y la confianza en nuestro Dios justo. No importa lo que enfrentemos, podemos estar seguros de que Dios está trabajando en nuestro favor y que nos recompensará por nuestra fe y obediencia.
Así que, no desmayemos en nuestra fe. Sigamos confiando en Dios y viviendo de acuerdo a sus mandamientos. Si bien puede parecer que los malvados prosperan, recordemos que nuestra recompensa está asegurada en Dios. Él es el único juez verdadero y Él trae justicia a su tiempo perfecto.
En conclusión, recordemos siempre el poderoso mensaje del Salmo 58:11: «Ciertamente hay recompensa para el justo; ciertamente hay un Dios que juzga en la tierra». A pesar de las injusticias que enfrentemos en este mundo, debemos confiar en que Dios es nuestro juez y que Él recompensará a aquellos que son justos. No importa cuán oscuro sea nuestro entorno, podemos tener la certeza de que Dios está trabajando en nuestro favor y que nos recompensará por nuestra fidelidad. Sigamos confiando en Él y viviendo vidas justas y piadosas, sabiendo que nuestra recompensa está asegurada en Él.
Salmo 58:11