Texto Bíblico De La Ofrenda: Una Expresión de Amor y Gratitud
Como cristianos, hemos sido llamados a vivir una vida de amor y gratitud hacia Dios. Una de las formas más hermosas de expresar nuestro amor y gratitud es a través de la ofrenda. La ofrenda es una práctica bíblica que ha sido parte de la adoración a Dios desde tiempos antiguos. En la Biblia, encontramos numerosos textos que nos hablan sobre la ofrenda y su importancia en nuestra relación con Dios.
La ofrenda es mucho más que una simple contribución financiera. Es un acto de adoración y obediencia a Dios, que refleja nuestro corazón y nuestra disposición para honrarle con nuestros recursos. En 2 Corintios 9:7, la Palabra de Dios nos enseña: “Cada uno dé como propuso en su corazón: no con tristeza, ni por necesidad, porque Dios ama al dador alegre”. Esto significa que nuestra ofrenda debe ser dada con alegría y generosidad, sin sentirnos obligados o forzados a hacerlo.
Cuando ofrendamos, estamos reconociendo que todo lo que tenemos viene de Dios. En el Salmo 24:1 leemos: “De Jehová es la tierra y su plenitud; el mundo, y los que en él habitan”. Todo lo que poseemos, nuestras finanzas, nuestro tiempo y nuestras habilidades, son un regalo de Dios. Por lo tanto, al ofrendar, estamos devolviendo una parte de lo que Él nos ha dado, como una forma de agradecimiento y confianza en que Él suplirá todas nuestras necesidades.
La ofrenda también es una manera en la que podemos apoyar la obra de Dios en la tierra. En Malaquías 3:10, Dios nos desafía a traer nuestros diezmos y ofrendas a Su casa: “Traed todos los diezmos al alfolí y haya alimento en mi casa; y probadme ahora en esto, dice Jehová de los ejércitos, si no os abriré las ventanas de los cielos, y derramaré sobre vosotros bendición hasta que sobreabunde”. Al ofrendar, estamos colaborando con Dios en Su obra, permitiendo que Su reino se expanda y que más personas conozcan Su amor y salvación.
La ofrenda también nos enseña sobre la generosidad y el desapego material. En Lucas 21:1-4, Jesús nos muestra el ejemplo de una viuda pobre que dio todo lo que tenía como ofrenda en el templo: “Y vio también a una viuda muy pobre que echaba allí dos blancas; y dijo: De cierto os digo que esta viuda pobre echó más que todos”. Aunque la viuda dio una pequeña cantidad, su ofrenda fue más valiosa para Dios porque la dio con un corazón generoso y desprendido. Dios valora no solo la cantidad de nuestra ofrenda, sino la actitud de nuestro corazón al dar.
En resumen, la ofrenda es una expresión tangible de nuestro amor y gratitud hacia Dios. Es un acto de adoración y obediencia que refleja nuestra confianza en Él como nuestro proveedor. Cuando ofrendamos, estamos apoyando la obra de Dios en la tierra y permitiendo que Su reino se expanda. Además, la ofrenda nos enseña sobre la generosidad y el desapego material.
Que nuestro corazón sea siempre alegre al ofrendar, reconociendo que todo lo que tenemos viene de Dios. Que nuestra ofrenda sea un acto de amor y gratitud, y una señal de confianza en Su provisión. Recordemos siempre el Texto Bíblico De La Ofrenda y vivamos una vida de generosidad y devoción hacia Dios.
Texto Bíblico De La Ofrenda: Una Expresión de Amor y Gratitud