¡Bendiciones a todos los amados hermanos y hermanas en Cristo! Hoy nos reunimos para reflexionar sobre el poderoso y revelador Versículo de Judas. Este versículo, que se encuentra en la Santa Biblia, nos ofrece una guía y una advertencia para mantenernos firmes en nuestra fe.
El Versículo de Judas nos dice: «Amados, por la gran solicitud que tenía de escribiros acerca de nuestra común salvación, me ha sido necesario escribiros exhortándoos que contendáis ardientemente por la fe que ha sido una vez dada a los santos» (Judas 1:3, Reina Valera).
Este versículo comienza con la palabra «amados», lo cual es un recordatorio de que somos amados por nuestro Padre celestial. Dios nos ama incondicionalmente y nos ha dado el regalo de la salvación a través de Jesucristo. Es por esta razón que el apóstol Judas sintió la necesidad de escribir a los creyentes y exhortarlos a luchar por su fe.
La expresión «contendáis ardientemente» nos muestra la importancia de mantenernos firmes y defender nuestra fe en un mundo que a menudo se opone a las enseñanzas de Cristo. Como creyentes, no debemos ser apáticos o indiferentes, sino que debemos ser valientes y apasionados al compartir el evangelio y vivir de acuerdo con los principios bíblicos.
La fe que nos ha sido dada «una vez» es un recordatorio de que la verdad de Dios es eterna y no cambia con el tiempo o las circunstancias. La Palabra de Dios es infalible y debemos aferrarnos a ella sin vacilar. En un mundo donde los valores y las normas están en constante cambio, debemos mantenernos arraigados en la verdad de Dios y no ser influenciados por las corrientes del mundo.
Como creyentes, debemos recordar que somos parte de una comunidad de santos. No estamos solos en nuestra fe, sino que somos parte de una gran familia espiritual. Nuestros hermanos y hermanas en Cristo están ahí para apoyarnos, animarnos y edificarnos mutuamente. Debemos buscar la comunión con otros creyentes, compartir nuestras luchas y victorias, y orar unos por otros.
El Versículo de Judas también nos insta a escribir y exhortar a otros creyentes. Como ministros de Cristo, tenemos la responsabilidad de animar y edificar a nuestra congregación. A través de la enseñanza de la Palabra de Dios y la exhortación, podemos fortalecer la fe de aquellos a quienes servimos.
En resumen, el Versículo de Judas nos recuerda la importancia de luchar por nuestra fe, aferrarnos a la verdad de Dios y mantenernos unidos como comunidad de creyentes. No debemos ser pasivos o indiferentes, sino apasionados y valientes en nuestra defensa del evangelio. Recordemos que somos amados por Dios y que la fe que nos ha sido dada es eterna.
Que cada uno de nosotros seamos alentados por este poderoso versículo y que nuestras vidas reflejen la luz y el amor de Cristo. Que nuestra fe sea una luz en medio de la oscuridad y que podamos compartir el mensaje de salvación con aquellos que nos rodean.
En conclusión, el Versículo de Judas nos desafía a perseverar en nuestra fe y a luchar por ella con pasión y valentía. Que este versículo sea una guía constante en nuestras vidas y nos inspire a vivir en conformidad con la voluntad de Dios.
«Amados, por la gran solicitud que tenía de escribiros acerca de nuestra común salvación, me ha sido necesario escribiros exhortándoos que contendáis ardientemente por la fe que ha sido una vez dada a los santos» (Judas 1:3, Reina Valera).