Versículo de la Venida de Cristo: Preparémonos para su Gloria
¡Amados hermanos y hermanas en Cristo! Hoy, nos reunimos en la presencia del Señor para reflexionar sobre el versículo de la Venida de Cristo. Este pasaje, tan profundo y lleno de esperanza, nos invita a prepararnos para la gloriosa venida de nuestro Salvador. Es un llamado a fortalecer nuestra fe, vivir en santidad y compartir el amor de Cristo con el mundo.
El apóstol Pedro, en su segunda epístola, nos recuerda en el versículo de la Venida de Cristo: «Pero el día del Señor vendrá como ladrón en la noche, en el cual los cielos pasarán con grande estruendo, y los elementos ardiendo serán deshechos, y la tierra y las obras que en ella hay serán quemadas» (2 Pedro 3:10). Estas palabras nos revelan la importancia de estar preparados para ese día glorioso, el día en que nuestro amado Jesús regresará para llevarnos con Él.
La venida de Cristo no debe ser motivo de temor, sino de gozo y expectativa. En lugar de preocuparnos por los eventos catastróficos que acontecerán antes de su llegada, debemos enfocarnos en nuestra relación con Dios y en el propósito que Él nos ha dado en esta tierra. La Venida de Cristo nos llama a vivir una vida consagrada, buscando la santidad y la justicia en todo momento.
En el versículo de la Venida de Cristo, el apóstol Pedro continúa diciendo: «Puesto que todas estas cosas han de ser deshechas, ¡cómo no debéis vosotros andar en santa y piadosa manera de vivir, esperando y apresurándoos para la venida del día de Dios!» (2 Pedro 3:11-12). Este llamado a vivir de manera santa y piadosa es una exhortación para todos nosotros como creyentes. Debemos estar vigilantes, buscando una vida de rectitud y pureza, honrando a Dios en todas nuestras acciones y decisiones.
No podemos permitir que las distracciones del mundo nos desvíen de la realidad de la Venida de Cristo. El versículo de la Venida de Cristo nos desafía a ser diligentes en nuestra fe y en nuestro testimonio. Debemos estar alertas, orando constantemente y estudiando la Palabra de Dios para estar preparados para el encuentro con nuestro Salvador.
Además, el versículo de la Venida de Cristo nos muestra que el propósito de su venida no es solo para juzgar y destruir, sino también para establecer un nuevo cielo y una nueva tierra en los cuales habite la justicia. Pedro nos anima diciendo: «Pero nosotros esperamos, según sus promesas, cielos nuevos y tierra nueva, en los cuales mora la justicia» (2 Pedro 3:13). Esta promesa nos llena de esperanza y nos motiva a perseverar en nuestra fe, sabiendo que un día viviremos en un lugar donde no habrá más dolor ni sufrimiento.
Queridos hermanos y hermanas, el versículo de la Venida de Cristo nos llama a vivir con propósito y convicción. No debemos perder de vista el hecho de que nuestro amado Salvador regresará. No permitamos que las preocupaciones temporales nos distraigan de lo eterno. En lugar de eso, debemos vivir cada día con la expectativa de su venida, compartiendo su amor y su gracia con aquellos que aún no conocen su salvación.
En conclusión, el versículo de la Venida de Cristo nos insta a prepararnos para su gloriosa llegada. Debemos vivir una vida santa y piadosa, estar alertas y enfocados en el propósito eterno que Dios tiene para cada uno de nosotros. No permitamos que las preocupaciones del mundo nos desvíen de la realidad de su venida. En lugar de eso, perseveremos en nuestra fe, sabiendo que un día viviremos en un nuevo cielo y una nueva tierra, donde mora la justicia.
Versículo de la Venida de Cristo: «Pero nosotros esperamos, según sus promesas, cielos nuevos y tierra nueva, en los cuales mora la justicia» (2 Pedro 3:13).
Que este versículo sea un recordatorio constante de nuestra esperanza y fe en la Venida de Cristo. Que nos motive a vivir una vida santa y piadosa, compartiendo el amor y la gracia de Jesús con aquellos que aún no lo conocen. ¡Preparémonos para su gloria!