Conéctate Con Dios

El versículo del diezmo: bendición divina en tus finanzas


El Versículo De Diezmo: Una Bendición para Nuestras Vidas

Queridos hermanos y hermanas en Cristo, hoy quiero compartir con ustedes una enseñanza bíblica que nos muestra la importancia del diezmo en nuestras vidas. El versículo de diezmo se encuentra en el libro de Malaquías, capítulo 3, versículo 10, y nos revela una promesa maravillosa de Dios para aquellos que obedecen sus mandamientos.

Malaquías 3:10 nos dice: «Traed todos los diezmos al alfolí y haya alimento en mi casa; y probadme ahora en esto, dice Jehová de los ejércitos, si no os abriré las ventanas de los cielos, y derramaré sobre vosotros bendición hasta que sobreabunde».

Este versículo nos insta a llevar todos nuestros diezmos al alfolí, que es el lugar designado por Dios para recibir nuestras ofrendas. Cuando obedecemos este mandamiento, Dios promete abrir las ventanas de los cielos y derramar sobre nosotros bendiciones hasta que sobreabunden. ¡Qué promesa tan gloriosa!

El diezmo es una práctica que se remonta a los tiempos del Antiguo Testamento, pero sigue siendo relevante en la vida de los creyentes de hoy en día. Al entregar el 10% de nuestros ingresos a la obra del Señor, estamos reconociendo que todo lo que tenemos proviene de Él y que confiamos en Su provisión y cuidado.

Cuando obedecemos el versículo de diezmo, estamos demostrando nuestra obediencia y amor a Dios. También estamos sembrando en Su reino y participando activamente en la expansión de Su obra en la Tierra. Dios nos llama a ser buenos administradores de lo que Él nos ha dado, y el diezmo es una forma práctica de hacerlo.

Además de las bendiciones materiales que podemos recibir al diezmar, también hay bendiciones espirituales que vienen como resultado de nuestra obediencia. El versículo de diezmo nos dice que «haya alimento en mi casa». Cuando diezmamos, estamos asegurando que haya recursos suficientes para el sostenimiento de la iglesia, el ministerio y la predicación del evangelio.

Al invertir en la obra de Dios, estamos contribuyendo al crecimiento y fortaleza de la iglesia. Estamos apoyando la enseñanza de la Palabra de Dios, la adoración y la comunión de los creyentes. Estamos ayudando a alcanzar a aquellos que aún no conocen a Jesús y a brindar ayuda y consuelo a los necesitados.

El versículo de diezmo también nos desafía a poner a prueba a Dios en este asunto. Dios nos invita a confiar en Él y a probar Su fidelidad. Él nos asegura que si cumplimos con este mandamiento, Él abrirá las ventanas de los cielos y derramará bendiciones sobre nosotros. ¡Qué hermosa promesa!

Queridos hermanos y hermanas, el versículo de diezmo es una invitación a ser fieles en nuestras finanzas y a confiar en la provisión de Dios. Es un recordatorio de que todo lo que tenemos viene de Él y que debemos ser buenos administradores de Sus bendiciones. Al obedecer este versículo, estamos sembrando en Su reino y cosechando bendiciones en nuestras vidas.

En conclusión, el versículo de diezmo nos insta a ser obedientes y confiar en la provisión de Dios. Al diezmar, estamos sembrando en Su reino y participando activamente en la obra de Dios en la Tierra. Dios nos promete abrir las ventanas de los cielos y bendecirnos abundantemente. Obedezcamos este mandamiento y veamos cómo Dios transforma nuestras vidas y nuestras finanzas.

Que este versículo de diezmo sea un recordatorio constante de nuestra responsabilidad como creyentes y de la bendición que viene al obedecer a Dios en todas las áreas de nuestras vidas. Recordemos siempre que el Señor ama al dador alegre y que Él es fiel para cumplir Sus promesas.

«Traed todos los diezmos al alfolí y haya alimento en mi casa; y probadme ahora en esto, dice Jehová de los ejércitos, si no os abriré las ventanas de los cielos, y derramaré sobre vosotros bendición hasta que sobreabunde» (Malaquías 3:10).

Que esta palabra sea un estímulo para seguir confiando en Dios y para ser generosos en nuestras ofrendas. Que el versículo de diezmo sea una guía para nuestras vidas financieras y una muestra de nuestro amor y gratitud hacia nuestro amado Padre celestial.

¡Dios les bendiga abundantemente mientras caminan en obediencia y confianza en Su provisión!

[800 palabras]