Salmo 63:8 – «Mi alma está apegada a ti; tu diestra me ha sostenido.»
Queridos hermanos y hermanas en Cristo,
Hoy quiero dirigirme a todos aquellos que, en algún momento de su vida, han sentido la necesidad de estar cerca de Dios. Tal vez te has encontrado en una situación difícil, un momento de incertidumbre o simplemente anhelas una conexión más profunda con nuestro amado Creador. Sea cual sea la razón, quiero recordarte una hermosa promesa que se encuentra en el Salmo 63:8.
El salmista David, en medio del desierto, escribió estas palabras llenas de fe y confianza en Dios. Él declara: «Mi alma está apegada a ti; tu diestra me ha sostenido.» Esta afirmación nos muestra la íntima relación que David tenía con su Señor. Su alma estaba completamente unida a Dios, su corazón anhelaba constantemente la presencia divina.
Imagina por un momento tener una conexión tan profunda con el Todopoderoso. Sentir esa paz indescriptible que solo proviene de estar cerca de Él. Saber que, sin importar las circunstancias que enfrentes, Dios te sostiene con su diestra poderosa. ¡Qué hermosa imagen! Nuestro Dios no solo está dispuesto a escuchar nuestras oraciones, sino que también está listo para sostenerte y guiarte en todo momento.
En la vida, a menudo nos enfrentamos a desafíos que nos hacen sentir solos y desamparados. Nos encontramos en situaciones que parecen salirse de nuestro control. Sin embargo, el Salmo 63:8 nos recuerda que no estamos solos. Nuestro Dios está siempre a nuestro lado, extendiendo su diestra amorosa para sostenerte y protegerte.
Es importante destacar que David no solo se aferraba a Dios en momentos de dificultad, sino que su alma estaba apegada a Él en todo momento. No esperaba a encontrarse en el desierto para buscar a Dios, sino que su corazón anhelaba constantemente la presencia del Altísimo. Esto nos enseña una valiosa lección: debemos buscar a Dios en todo momento, en cada área de nuestra vida.
No importa si estamos atravesando una temporada de alegría o de tristeza, si estamos en la cima de la montaña o en el valle más oscuro, debemos aferrarnos a Dios y buscar su presencia. Solo en Él encontraremos consuelo, fortaleza y dirección. Solo en Él encontraremos el amor incondicional y la paz que tanto anhelamos.
Hermanos y hermanas, que el Salmo 63:8 sea nuestro lema de vida. Que nuestras almas estén siempre apegadas a Dios, buscando su rostro y confiando en su poderosa diestra. No importa lo que estés enfrentando en este momento, recuerda que Dios está contigo. Él te sostendrá y te guiará a través de todas las circunstancias de la vida.
En conclusión, el Salmo 63:8 nos recuerda la importancia de estar cerca de Dios en todo momento. Nuestras almas deben estar apegadas a Él, buscando su presencia y confiando en su sostén. No importa cuán difíciles sean las circunstancias que enfrentamos, Dios está a nuestro lado, extendiendo su diestra amorosa para sostenernos. Que este salmo sea un recordatorio constante de nuestra conexión con el Todopoderoso.
Que Dios les bendiga abundantemente y que sus almas estén siempre apegadas a Él. Amén.
Salmo 63:8 – «Mi alma está apegada a ti; tu diestra me ha sostenido.»
Salmo 63:8 – «Mi alma está apegada a ti; tu diestra me ha sostenido.»
Salmo 63:8 – «Mi alma está apegada a ti; tu diestra me ha sostenido.»